lunes, 5 de julio de 2010

Gestionando jovenzuelos

La semana pasada estuve de acampada familiar. Un evento que repetimos todos los años, en el que convivimos hermanos, cuñados y sobrinos. Es un "concentrao de convivencia" que viene de maravilla en estos tiempos que corren. Este año, además de adolescentes reales y en potencia, se ha venido otro sobrino de veintipico (25 para más señas). Un peaso de tío, hablando en plata. Hacendoso, con sentido común, divertido, positivo... vamos, casi, casi como yo :p.

Este sobrino es un individuo de la "Gen Y", como le llaman los americanos. Los chavales que están entre los diecimuchos y los veintimuchos. Se trata de la generación siguiente a la mía, la "Generación X", tan bien retratada en "Reality Bites", "Antes del amanecer" y "Antes del atardecer" (ya estáis corriendo a ver estas tres pelis, porque merecen la pena, sobre todo la última).

Coincidencias de la vida, el otro día hablaba con un ser humano talludito, anquilosado en su educación y su forma de ver el mundo, incapaz de entender que la vida se puede comprender y atacar desde ángulos muy diferentes. Este individuo se quejaba de lo difícil que es gestionar a los chavales de la "Gen Y" (y no es el único, puesto que las revistas empresariales están llenas de artículos con ideas al respecto, e incluso cartas al director). Estos comentarios me hacían pensar en la cantidad de "Gen Y" que he conocido, muy diferentes de las generaciones que les precedían y con un tremendo potencial.

Pues bien, dejémonos de prejuicios: debemos aprender a gestionar y a extraer todo el potencial de esta "Gen Y". Con sus peculiaridades, sus puntos débiles y sus indudables fortalezas. Que no se repita la historia, que no nos encasillemos en una forma de ver el mundo y nos empeñemos en no aprender nada de la gente que viene detrás (¿Os suena la historia? A mí sí y mucho, desgraciadamente).

Así que que ahí van algunos pensamientos a considerar a la hora de gestionar a estos jovenzuelos:

  • Son multitarea. Vale que tú no puedas hacer más de una cosa a la vez. Pero no pongas el grito en el cielo cuando les veas preparando un documento, buscando información en wikipedia, chateando y viendo un vídeo en Youtube, todo a la vez. Es su forma de procesar información. Ni mejor, ni peor que la tuya. Simplemente, diferente.
  • Buscan equilibrio entre vida familiar y personal. No entienden currar para forrarse, más bien entienden que currar es un medio para vivir... y con el que se lo tienen que pasar bien. Más que admiración, suelen sentir lástima por los workaholics. En resumen, tienen una vida multidimensional, mientras que mucha gente de nuestra generación la tiene monodimensional (centrada en el éxito, la pasta o el cochazo).
  • Nuestro concepto de jerarquía no lo entienden. Y no porque no hayan hecho la mili (frase cutre que me he hartado a oír), sino porque su cultura es la del "peer tu peer", de iguales a iguales. Nunca estarás "por encima de ellos". Tendrás una labor imprescindible para el funcionamiento del equipo, pero jamás serás superior a ellos. Su admiración te la ganarás por tu actitud, y nunca por tus títulos, tus galones o tus batallitas.
  • Necesitan estimulación inmediata: eso de meterles en un proyecto del que verán sus frutos dentro de 3 meses no les motiva. A nosotros tampoco, pero lo tolerábamos. Ellos, no, les frustra. Así que trabaja con objetivos intermedios.
  • Sus padres siempre le han dicho lo monos, lo guapos y lo geniales que son. Como resultado, son egocéntricos y soberbios. Si tienes que darles una mala evaluación, prepáratela bien. Menciona siempre las cosas que hacen bien, propón líneas concretas de mejora e intenta que entiendan el "por qué". Y dales "feedback" frecuente, que no se pasen largas travesías entre evaluación y evaluación sin saber cómo valoras su desempeño.
  • Manejan la tecnología de forma diferente a ti, y con una eficiencia que a ti te parecería ciencia ficción. Para ti es un obstáculo, pero para ellos es una herramienta. Jamás escatimes en medios tecnológicos para estos tipos. Vale que tú, tecnológicamente, seas un "Seiscientos", y que te valga con una cutrada de ordenador, una conexión a Internet de risa y cuatro programas estándar... pero no les obligues a ellos, "Porsches" de la tecnología, a moverse por tus carreteruchas comarcales. Estarás desaprovechando un gran potencial.
  • Necesitan "por qués" (ya era hora de que alguien los necesitase, que ya vale de la estúpida actitud de asentir a todo lo que diga la autoridad). No les digas "hay que hacer esto" sin explicarles el por qué, la razón por la que se lo estás pidiendo. Si esto te fastidia mucho, plantéate las cosas seriamente, porque a lo mejor estás pidiendo cosas sin ton ni son, y eso es lo más patético que puede hacer un líder.
  • No son iguales que tú. Nunca lo van a ser. Jamás intentes que sean iguales que tú. Estarán forzados y no aprovecharán todas sus capacidades. Y tú serás un líder muy triste. El buen líder es el que analiza, comprende y saca lo máximo de su equipo sin pedir imposibles a ninguno de sus miembros.

Todas estas sugerencias no son sólo por su bien, sino también por el tuyo, para que sepas sacar el máximo jugo de la gente que trabaja para ti... sin prejuicios y quejas facilonas sobre si te han tocado los limones que más te gustan.

Que empecéis bien la semana... me despido oyendo "Noches reversibles" de "Love of Lesbian" en Spotify... altamente recomendable.


3 comentarios:

Unknown dijo...

Barry, te has equivocado de profesión... ¿qué haces que nos estás escribiendo en alguna columna de un periódico????
Me encanta tu estilo.
Besos

meritxein dijo...

y yo perdiéndome este blog! qué descubrimiento verme totalmente reflejada en la descripción de GenY cuando por edad pertenezco a la GenX, ya decía yo que ando desubicada. Gran artículo, Pablo. Un beso

M23 dijo...

Guau! Me siento super identificada :) Se lo voy a enviar a mi jefe!!!