jueves, 31 de diciembre de 2009

¡Carguen! ¡Apunten! ¡Disparen propósitos!

Hace una semana os ponía las pilas haciendo balance del año que ha pasado. Y hoy toca pensar qué podemos hacer para ser un poquito mejores en el 2010. A ver si el año que entra se porta un mejor que el que se va.

Pues bueno, ahí van tres ideas a la hora de pensar estos propósitos:

1. Asegúrate que lo que hagas este año sirva para un propósito fundamental: que el 31 de diciembre de 2010, al echar la vista atrás, puedas pensar que sí, que le has merecido la pena al 2010. ¿Ein? Pues sí, En lugar de pensar si el 2010 te ha servido para algo a ti, piensa en qué has contribuido tú. Este objetivo te ayudará a aportar, a mejorar la vida de la gente que te rodea, a echar una manilla cuando haga falta… en fin, a lo importante en esta vida, que no es sino contribuir a que este mundo sea un sitio un poco mejor en el que vivir.

2. Un propósito muy recomendable, que yo hago desde hace unos años es: “una locura cada día” (bien entendida, claro). Este espíritu espontáneo os ayudará a sentiros vivos, a ver que somos mucho más poderosos de lo que creemos ser. Y, sobre todo, a darnos cuenta de que la auténtica libertad no está en elegir qué cosas que hacemos, sino en elegir la actitud con la que las hacemos. Las “locurillas” pueden ser tonterías, pequeñas cosas, o quizás un poco más grandes (¿un viaje improvisado?). Demuéstrate que haces “pillerías” porque te apetece, y punto.

3. En último lugar, hagamos los propósitos con moderación. Caemos en el riesgo de “no voy a volver a comer chocolate”, o “voy a ir 5 días al gimnasio a la semana” o “voy a llegar todos los días antes al trabajo”. Pues bien, tururú… estos propósitos no hay quien los cumpla. Más bien te propongo que digas: la primera semana, voy a ir 1 día al gimnasio, la segunda 2, la tercera 3… y me voy a quedar en 3 días por semana los 4 primeros meses del año. Todo lo que pase de ahí, bienvenido sea, pero se “sale” del propósito. Con este enfoque realista, casi de mínimos, conseguirás ir cumpliendo objetivos e ir animándote a seguir, en lugar de desinflarte la primera semana porque no has cumplido el “cojo-propósito”.

Y dicho esto. Lo importante: feliz año, que lo paséis genial con vuestra gente, y que el nuevo año venga cargado de ilusiones hechas realidad.

sir Barry, en Madrid, a 31 de diciembre del 2009 ;)

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