lunes, 3 de mayo de 2010

Me enerva enervar… ¿o es al revés?

¿Puede una palabra significar a la vez una cosa y su opuesta? ¿Puede una palabra ser su antónimo? Eso sería como afirmar que el 1 es, a la vez, el –1. En términos matemáticos, esto parecería una tomadura de pelo.

Pues en términos lingüísticos parece que todo vale. Al menos, en lo que se refiere a una palabra que me toca las narices: “enervar”.

Por lo general, la gente piensa que esta palabra significa “poner nervioso”. Pues resulta que el significado originario es justo el contrario: “quitar las fuerzas, debilitar”… o sea, justo lo opuesto a lo que piensa el común de los mortales.

Hasta aquí todo bien: la gente usa mal una palabra que significa lo opuesto. Vale, otra patada más al diccionario. Peeeeero, llega la RAE y pasa por el aro: enervar también significa “poner nervioso” (aunque en su tercera y última acepción, lo que implica que es la menos adecuada).

Lo dicho: enervar, un significado y su opuesto. Y en el medio estoy yo, desconcertado por esta paradoja.

Y esto viene al caso porque en estas fechas viene la maldita astenia primaveral, que me deja con el nivel metabólico de un oso en hibernación. Y me enerva (pone nervioso) este enervamiento (situación de quedarme sin fuerzas).

2 comentarios:

Alis Daniela Torres dijo...

yo me enervo, tu te enervas, el se enerva, nosotros nos enervamos, vosotros te enervais, ellos se enervan... tu me enervas!! jaja

Unknown dijo...

El caso es siempre echarle la culpa al tiemo ¿no?...