viernes, 31 de diciembre de 2010

Para el 2011: eudemónicos y sin demonios

**Definición de la RAE: Eudemonía: Estado de satisfacción debido generalmente a la situación de uno mismo en la vida.**

Lo proclamo: cierro el 2010 eudemónico. Escribo una carta al Pablo del fin de 2011, y le deseo que esté igual de pleno y satisfecho que el Pablo presente.

Atrás quedan etapas de oscuros demonios y peores pensamientos. Siento que Love of Lesbian me dedicó eso de “Tiempo atrás no había cánticos, tan sólo obstáculos, y el premio continuar”.

Fue tiempo atrás. Ahora doy gracias a esos obstáculos, porque sin ellos no hubiese descubierto mis facetas más ocultas y valiosas. Doy gracias al pasado, por tener la gentileza de robarme la oscuridad.  Doy gracias al futuro, porque intuyo que me espera hospitalario y acogedor. Y no me quito mérito, no señor: me tiro besos ante el espejo, por haber trocado demonios en eudemonía.

Y salto como un crío al oír estas dos canciones que hablan de mis victorias: 1) Dog days are over y 2) Incondicional (no dejéis de ver la primera, con el volumen a tope, los prejuicios bajo llave y seguros de tener bien a mano vuestro lado más primario).

Desde aquí, para el 2010, os mando íntimos deseos y piezas de terceros:

1.- Para que seamos conscientes de que lo realmente importante en la vida emerge de nosotros, y que jamás va a venir de fuera. Que estamos hechos para ser fuentes y nunca sumideros. Que están en nosotros la fuerza para hacer lo imposible y el aguante para sobrellevar lo imprensable... Para esto, me sorprendo a mí mismo y os envío un anuncio de Nike. Cuando lo veáis lo entenderéis. Al loro al escalofrío que vais a sentir. No sé si lo están poniendo en la tele (llevo un tiempo sin tele en casa, y se está de maravilla). Supongo que nos hartaremos a verlo estos días. Merece la pena: Vídeo Nike

2.- Para que aprovechéis este renacer para enfrentaros a vuestros miedos, que los sepáis valorar en su justa medida y que os atreváis a afrontarlos, a la cara y sin tapujos. Que tengamos claro que, como decía Eleanor Roosevelt: "Ganas fuerza, coraje y confianza cada vez que te paras a mirar al miedo a la cara". Para esto os envío otro vídeo, esta vez un anuncio de unos grandes almacenes chilenos (para tirar un poco de morriña): Falabella miedo

3.- En definitiva:

- Para que no confundamos humildad con apocamiento, aceptación con resignación, amor propio con egoísmo

- Para que nuestras virtudes nos hagan dar lo mejor de nostros mismos, y que no sirvan como excusa para pasar desapercibidos

- Para que tengamos siempre presente que "el mal prolifera cuando los hombres de bien no actúan". Ojalá tengamos el critero y la audacia de saber lo que es "el bien", aunque no sea lo que piensa la mayoría; y ojalá tengamos los huevos de actuar.

- Para que seamos conscientes de todo lo que podemos llegar a hacer, y que tenemos el deber de intentar. Decía una canción de Vanilla Ice que "anything less than your best is a felony". Pues bien, yo suelo añadir que "and most of the times, your best is being brave enough to try".

- Para todo esto, como punto de partida, y como dice Facto Delafé: "No nos menospreciemos" (me encanta la poesía de esta canción): La Fuerza - Facto Delafé

"And so this is Christmas, and what have you done", como decía John Lennon. Feliz Año... Mereceos este regalo: Dejad de hacer, dejad de planificar; estad, sentid, sed. Con todo vuestro ser: vuestra mente, vuestro cuerpo, vuestras emociones; sin despreciar nada; destilad cada momento. Será mejor o peor, pero siempre será mejor que nada. Y recordad que, aunque pueda parecer lo contrario, en la vida no hay manos ganadoras; y que tenemos el deber de echar un órdago a la grande cada día que saltamos de la cama.

** Pequeños Jedis, mensajes ocultos este post contiene. La/s persona/s adecuada/s, encontrar el significado sabrán. Mas para ello, que esforzarse tendrán.

martes, 23 de noviembre de 2010

¡¿Tienes un blog?! Serás friki...

** Aviso a navegantes: post-caricatura escrito desde la ironía, riéndome de las situaciones y de mí mismo, nunca de los demás. Que nadie se dé por aludido, y sí por divertido. Si alguien, al leer este post, piensa que voy de sobrado, es que mal me conoce y que no ha llegado hasta el final del mismo... Y antes del post, va mi más sincero agradecimiento a los que me leéis o habéis intentado hacerlo alguna vez. Por aguantarlo y, a veces, hasta comentarlo. **

Una de tantas noches, en un bar cualquiera, con una persona cualquiera (mira que me jode no poder escribir "una noche especial, "nuestro" bar, con "la" persona... pero bueno, todo llegará). Conversación de relleno (de gomaespuma, que no de plumón), de asentar el terreno para intentar pasar a temas mayores y paños menores.

Es curioso, pero fluyen dos conversaciones: la explícita, la de sonrisa Signal; y la implícita, mi diálogo interior. Puestos en escena, éste es un ejemplo de triálogo entre (1) ella, o "la bella"; (2) el Pablo social, superego o "el príncipe"; (3) mi diálogo interior, el ello o "la bestia").

- La bella: "Ya lo decía Einstein, que todo es relativo".
- El príncipe: "Ayer hablé de eso en mi blog. Te gustaría entrar, porque muestro un punto de vista diferente al respecto" (tono informativo).
- La bestia: "Alma de cántaro. No digas barbaridades. No seas bruta. No me seas sacrílega. Los musulmanes no pueden escribir el nombre de Dios. Tú no puedes mencionar a Einstein. Quizás todo sea relativo, pero al menos hay una cosa absoluta: no tienes ni idea de lo que estás hablando".

- La bella: "Ostrás, ¿tienes un "bloc"?
- El príncipe: "No se dice bloc, se dice blog. Viene de weblog" (tono tierno y pedagógico)
- La bella: "Bueno, es lo mismo".
- La bestia: "Mal vamos. Me ahorro el ejemplo barato. ¿Qué prefieres? ¿Que te diga que eres pura y casta? ¿O que eres puta y basta? Mira la gracia que tiene cambiar unas letritas".

- La bella: "Eres un friki"
- El príncipe: "Bueno, friki, no. Simplemente, me relaja tener la oportunidad de pensar con los dedos de vez en cuando" (ojillos vivarachos y sorprendidos ante un comentario que, simulo, no me han hecho nunca).
- La bestia: "ya estamos con lo del friki. Friki lo serás tú. Friki, porque eres capaz de hablar cinco minutos de un vestido, su hechura, su tela, sus colores, la longitud del dobladillo y hasta su caída (más que hablar de cómo cae, a mí me gustaría ver cómo se desabrocha y sentir cómo se rasga). Friki, porque puedes distinguir más colores que la pantalla de mi ordenador (además de distinguirlos, los nombras con un criterio incomprensible). Friki, porque te sabes la disponibilidad de tallas de todas las prendas del Zara, ordenadas por colores. Friki, porque conoces el peso al nacer de la tercera criatura de noséqué aprendiz de actriz que acaba de tener su tercer hijo (fíjate, que de buena gana le haría yo uno, pero resulta que hay un tipo que ya me ha colao un hat-trick). Así que monina, friki, tú".

- La bella: "¿Y qué cuentas?"
- El príncipe: "No sé, de lo que me viene a la cabeza, no tengo línea editorial definida" (mirada interesante, desenfocada hacia el ángulo superior derecho, mientras finjo elaborar una frase que he dicho cien veces)
- La bestia: "En mi blog no cuento nada, reflexiono. No cuento, analizo y sintetizo; no cuento, comprendo. Aunque te parezca insospechado, hay niveles más profundos e interesantes que esta charla insulsa que estamos manteniendo. Si quieres que te cuenten algo, búscate el vídeo de los tres cerditos de la rana Gustavo, pero no visites mi blog. Pero bueno, ahora sí que me están entrando ganas de contar algo: esta conversación. Seguro que, por sí misma, y sin necesidad de profundizar, despierta alguna reflexión; tranquila, no diré tu nombre".

- La bella: "¿y de dónde sacas tiempo para escribir? Yo es que no tengo tiempo para nada"
- El príncipe: "por la noche, me relaja sentarme un rato delante del ordenador y escribir unas líneas" (sonrisa orgullosa del que se sabe juzgado como eficiente y capaz, tras haber sido tachado de desastre durante tres décadas de su vida).
- La bestia: "¡¿Que no tienes tiempo para nada?! Pues chica, apuesto que te has tirado unas cuantas tardes de tiendas y escaparates para conseguir ese look de putón tan depurado que me llevas. Eso, sin hablar del tiempo gastado en peluquerías y manicuras (porque no te engañes, no es tiempo invertido, es tiempo gastado... inversión es cuando el esfuerzo adicional se traduce en un rendimiento adicional, y resulta que a mí me da lo mismo que tengas padrastros en el pulgar. Es más, estoy empezando a pensar si soy yo el que estoy invirtiendo o gastando el tiempo contigo). Apuesto a que a tu edad, y con el estropajo epidérmico que tienes, seguro que llevas cientos de horas con pepinillos por la cara, miles de euros en cremas placebo e infinitas conversaciones sobre las virtudes del agua de arroz para dejar una piel tersa. En definitiva, apuesto a quien realmente le sobra el tiempo es a ti; y te dedicas a rellenarlo; en cambio, mi tiempo está repletito y turgente".

- La bella: "¿y se puede visitar?"
- El príncipe: "Claro, estaría encantado. Incluso puedes dejar comentarios a los posts" (gesto alocadamente comercial, similar a la de un relaciones de discoteca).
- La bestia: "Sí, tú visita, visita... si consigues leerte un post enterito, te regalo una chochona. Eso sí, luego no me vengas con que un post es largo. En este caso, la longitud sí que es relativa. A lo mejor es que tú eres corta, independientemente de la longitud de mi post".

- La bella: "¿y cuál es la dirección?"
- El príncipe: "pablobarry (como mi nombre, pero con ye al final), dot, blogspot, dot, com" (entonación didáctica y pausada, como si le contase el cuento de caperucita).
- La bestia: "Esta no consigue entrar al blog ni de coña. Ni con esa carita de enterada que me ha puesto. Porque pondrá blocspot, en lugar de blogspot. Porque no sabe lo que es el dot. Porque, al igual que mi mente no tiene cajones para las tallas de ropa, la suya tampoco los tiene para Internet."

Unas semanas después coincido con ella en la fiesta de una amiga:
- La bella: Leí tu blog. Y he de decirte que no estoy de acuerdo con tu necesidad de principios morales, creo que la vida se puede sustentar desde principios éticos, ya que bla, bla, bla... (a partir de este punto puede continuar cualquier vapuleo intuitivo-intelectual de los que haya recibido últimamente. De esos que, afortunadamente, derriban prejuicios y despiertan curiosidades).
- El príncipe: "Si quieres, mañana lo discutimos tomando una cerveza" (previsiblemente sorprendido y descolocado ante estos comentarios)
- La bestia: Siento deciros que en esta parte, el triálogo pasa a diálogo, y la bestia no participa. Porque, aleccionado, la bajé a los sótanos de la conciencia hace ya bastante tiempo. Porque todos deberíamos encerrarla allí una buena temporada. Porque no hay mayor maravilla que descubrir el tesoro que los demás guardan dentro. Tesoros de los que estamos interiormente orgullosos pero exteriormente avergonzados. Porque, creyéndonos libres, aceptamos vivir condicionados por unos prejuicios que nos esclavizan.

Te propongo una cosa, hazte un regalo: asume el reto de descubrir tres cosas sorprendentes de las personas a las que te presenten de aquí a final de año, en cualquier situación (en la cena de Navidad, en una casa rural el puente de diciembre...). Es una experiencia maravillosa: te ayudará a debilitar tus prejuicios y esquemas mentales que, en la mayoría de las ocasiones, te restan en lugar de sumarte, tanto a ti como a los que te rodean. Porque, aunque tengas tu forma de ver el mundo, hay un mundo de formas de verlo. Ni mejores, ni peores. Interesantes y sorprendentes.

Me gustaría poder contaros el final del cuento de mi bella y mi bestia. Todavía no ha llegado el momento, pero al menos ya estoy haciendo el casting. Me senté unos cuantos años a la vera del camino y exploré por senderos escondidos. Lo he vuelto a retomar, gracias a algUNAs personas especiales. Me sé retrasado unas cuantas etapas; sin embargo, ahora hago la ruta sin prisa, disfrutando de cada jornada del viaje. Concediendo el mismo peso al camino que al destino, como los auténticos viajeros.


lunes, 15 de noviembre de 2010

Einstein no sabía marketing

**Aviso a navegantes: post largo; introducción científica, quizás algo pesada, necesaria para la elaboración argumental; conclusión filosófica. En su conjunto, puede resultar bien un pestiño insoportable (quizás para la mayoría), bien un "food for thought" interesante. Pero qué narices, es mi blog y quiero darme el gustazo de escribirlo.**

Que no. Que no lo acepto. Que no me la van a colar. Que jamás aceptaré eso del "todo es relativo" que oigo tan a menudo; esa maldita frasecilla que obliga a aceptar como válida cualquier corriente de pensamiento; y para llegar a dudar del carácter moral de cualquier acción. Y como justificación omnipotente, la gente va y dice "si ya lo decía Einstein". Pues siento decirles, señores, que Einstein vino a decir todo lo contrario.

Einstein fue una bestia, quizá el segundo mayor científico de la historia (detrás de Newton, sin duda) y el último gran físico puramente intelectual. Pero, a juzgar por los resultados, no sabía de marketing. Y es que la teoría de la relatividad debería haber tenido el nombre opuesto: la "teoría del absoluto". Y me explico.

La teoría de la relatividad, en su origen, no es más que una justificación contraintuitiva (casi absurda) a una realidad igual de contraintuitiva. Desde años antes de su enunciado, los físicos andaban locos intentando explicar una realidad que no les entraba en la cabeza: independientemente de la velocidad del observador, la velocidad de la luz era siempre la misma, los puñeteros 300.000Km/s (kilometrillo arriba, kilometrillo abajo). Ná, que daba lo mismo: que voy a toda leche, a 200.000 Km/s contra una fuente de luz... zas, resulta que la velocidad del haz de luz es de 300.000 Km/s (cuando la intuición dice que deberían ser 500.000Km/s, sumando las dos velocidades). ¿Que huyo como loco a los mismos 200.000?... otra vez, los puñeteros 300.000 Km/s como resultado de la medición (debiendo, en este caso, ser 100.000 Km/s, restando las velocidades).

Tras siglos en los que los que el hombre había definido a su antojo los sistemas de referencia de la ciencia, llega la naturaleza y dice que no: que fuera intuiciones, que fuera antropocentrismo. Que la luz va a corretear por el universo libre de las ataduras de la razón. Pero eso sí, con una condición: una cerril fijación por los 300.000 Km/s que, además, constituye un límite inalcanzable para la materia (si alcanzas esa velocidad, preocúpate chavalote, porque significa que te has desintegrado en paquetes de fotones).

En medio de este desasosiego, aparece Einstein y explica este absurdo recurriendo a otro absurdo todavía más desproporcionado. Según él, lo que ocurre es que, al movernos, (1) los metros varían de longitud, (2) los relojes se adelantan y se atrasan y (3) ya, la repanocha: cuanto más rápido vas, las cosas "pesan" más (tienen mayor masa). Y se hacen experimentos. Y resulta que sí, que esta explicación, de forma totalmente inesperada, explica el comportamiento de la naturaleza. Haciendo un símil, podríamos decir que las magnitudes de la naturaleza "rinden culto" a la velocidad de la luz.

¿No os parece curioso? ¿Veis aquí ALGO de relativo? Yo veo todo lo contrario: que, en lo que a longitudes, tiempos y masas se refiere, la naturaleza ha aceptado doblegarse ante un absoluto: la velocidad de la luz. En términos científicos, Einstein supuso el paso del politeísmo al monoteísmo. De varios "absolutos independientes" (el metro, el segundo, el Kg), a un único absoluto de referencia: la velocidad de la luz.

(Por fin, la conclusión filosófica, que hasta yo tenía ganas a estas alturas). Y esto me lleva al plano humano: no todo es relativo (como pretenden hacernos pensar los que utilizan el nombre de la teoría sin conocer su contenido). Que hay mucho más absoluto del que pensamos. Que, por mucho que los antropólogos empiristas se dediquen a rebuscar excepciones entre sociedades primitivas, con la intención de convencernos de que la ética es relativa la esencia de la conciencia humana ha sido siempre compartida. Que todos tenemos en común un núcleo esencial para el juicio moral, por mucho que nos empeñemos en guiarlo con raciocinios. Que, para encontrar este núcleo, no hay más que mirar a la gente humilde o a la gente bondadosa de cada sociedad (¿No es curioso que las personas radicalmente buenas buenas son universalmente reconocidas como tales, independientemente de sus creencias?).

La relatividad ha tenido una gran trascendencia, más allá del ámbito científico e incluso del técnico (la relatividad es necesaria para unas cuantas cosas de las que usáis en vuestra vida cotidiana). Además, ha impactado en la conciencia colectiva; pero en este caso con un efecto pernicioso; y lo que es peor, contradictorio con su contenido. Se ha empleado como estandarte derribar los referentes del comportamiento moral (cuando en la ciencia, lo que hizo, fue levantar un único tótem de referencia). Se ha usado como excusa para convertir la ética en un deporte sin reglas. Y no sólo para eliminar reglas secundarias, como acerca de cómo se saca de banda o cuánto dura cada tiempo, sino una eliminación total de cualquier reglamento. En este sentido, una conversación de defensores del "todo es relativo" podría llegar ser:

-"Este deporte se trata de meter gol"
- Y otro "no, lo que hay que hacer es meter canasta"
- Y el de más allá "qué tontos sois, esto se trata de correr por la banda lo más rápido posible"
- "¿Banda? ¿Qué es la banda? Si esa raya marca el centro del campo".

¿Os parece una caricatura? Pues es lo que ocurre actualmente con el juicio del comportamiento moral.

Dejemos de confundir conceptos y llamemos a las cosas por su nombre: el bien es el bien. El mal es... la ausencia de bien (creo firmemente que el mal no tiene existencia propia). Todos tenemos clarísimo el núcleo de bien y de mal (por más que intentemos bañarlos de capas de filosofía que nos justifiquen). Una acción ha de ser objetivamente calificable en diferentes escalas de bien. Debemos tener e inculcar ese criterio de juicio. Pero ojo, mucho ojito: tan claro como que debemos ser capaces de juzgar el carácter moral las acciones, es que no tenemos autoridad para juzgar el carácter moral de las personas (de los otros no conocemos su circunstancia ni su escala de valores). Una acción puede ser mala, sin estar siendo malvada la persona que la realiza.

Ayer le escribía a una amiga: "tú recurres a Freud. Yo busco una trascendencia simple y brutal que dé sentido a la existencia". ¿Y tú? ¿crees que basta con la ética, con el comportamiento armónico entre paquetes ordenaditos de moléculas? ¿O ha de haber una moral referida a un principio absoluto de bien?

Y recordemos siempre: "el mal prolifera cuando los hombres de bien no actúan". Si ni siquiera tenemos claro y sólido el concepto de bien, si aceptamos que tenga una consistencia oleaginosa, difícilmente podremos hacer el bien, y seremos cómplices de la proliferación del mal.

Un tocho insoportable, lo sé. Pero es el mínimo necesario en caso de tener los huevos de contradecir a Einstein. Y de manifestar en público una profunda convicción que me ronda la cabeza desde que leí a Einstein por primera vez.


lunes, 8 de noviembre de 2010

3 minutos de relación, ruptura y reflexión

Hoy no me voy a andar con monsergas existenciales ni con batallitas de la historia. Simplemente, os voy a recomendar un vídeo que me ha encantado. Un pildorazo de 4 minutos que encierra la historia de todas las fases de una relación: la alegría, del dolor, de la reflexión, del duelo y la final aceptación. Y no soy el único que piensa que el vídeo merece la pena. De hecho, ha ganado el premio a la mejor estructura narrativa de los "Vimeo awards" (vimeo viene a ser como el "Youtube de calidad").

Simple pero potente, como las pelis que a mí me gustan. Un monólogo torturado, plasmado en un stop-motion (creo que se llama así a la técnica de convertir fotos en fotogramas). Y qué frase más expresiva, que refleja el simple pero incontestable trasfondo de tantas rupturas: "We just didn't click the right way" (3:29). Y es que tantas veces buscamos a la persona "perfecta", en base a una lista de atributos predefinidos que ha que cumplir... Cuando lo que en realidad tenemos que buscar es alguien a quien, incomprensiblemente, amemos y admiremos (sí, sí, digo bien: incomprensiblemente). Alguien de quien podamos decir "qué afortunado soy: tengo la oportunidad de intentar hacer más feliz a esta persona tan alucinante".

¿Y tú? ¿Buscas amar, o que te amen? ¿Admirar, o que te admiren? ¿Buscas la felicidad por la vía obvia (buscando gente que te ame)? ¿O por la vía acertada (buscando a gente a quien amar)?

No dejéis de verlo, son 4 minutillos de ná.
















La reflexión anterior va dedicada a varias amigas (ellas saben quienes son). Amigas que son mujeres fuertes, inteligentes, bondadosas, interesantes y, por lo general, bastante atractivas. ... pero que han cometido el error de tener carácter; de no querer estar con un hombre que esté por encima de ellas; de aspirar a una relación de igual a igual. Una relación que, por desgracia, pocos hombres están dispuestos a aceptar (especialmente el "macizo de la raza" español, gremio al que a veces me "avergüenzo" de pertenecer).

Ahora que lo pienso... empecé el post diciendo que no me iba a enrollar y al final os he soltado un rollo de impresión. Ains, si es que no me puedo contener ;). Os deseo un buen lunes.

P.D. Si os ha sabido a poco, u os he dejado un poco melancólicos, ahí el contrapunto: una ruptura convertida en caricatura. Tiene su punto. Es el primer "minicapítulo" de este vídeo, que contiene 3 en total.


lunes, 1 de noviembre de 2010

¡Y el tío sigue vivo!

** Aviso a navegantes: este post es polémico. Puede escocer a algunas conciencias pseudoprogresistas carentes de base histórica. Aquél que  atraviese esta línea, que lo haga por su cuenta y riesgo (qué exagerado me ha quedado, pero impone, ¿eh?) ** Y segundo aviso: este post es largo, quizás demasiado, pero es que trata un tema que me llega bastante hondo.

Leo en Monocle una anécdota moscovita que me ha dejado totalmente descolocao. El chascarrillo es el siguiente. Lugar: el Kremlin;  fecha: verano-otoño de 2010 (vamos, que no he encontrado la fecha exacta); actores: Medvedev y Zelenin –gobernador de la región de Tver-; escena: Zelenin encuentra un bicho en la ensalada que le sirven, le saca una foto con su teléfono (podéis verla más abajo) y la tuitea (es decir, la publica al mundo, a través de Internet), con el siguiente comentario: “ensalada con gusano vivo - una forma muy especial de mostrar que la ensalada es realmente fresca”.

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E inmediatamente he pensado ¡¿Pero este tío sigue vivo?! Os parecerá una tontería, pero cuando yo vine al mundo, hace 35 años, decir esto a tus amigos cercanos, en la URSS, supondría privación inmediata de libertad. Y me he acordado de lo salvajes que fueron los dirigentes políticos de este infierno. Por ejemplo, me ha venido a la memoria:

  • La Lubianka, la sede de la KGB, la checa moscovita, algo así como un “Spa del sufrimiento de cuerpos y almas”, especializada en derretir cerebros y aniquilar conciencias con sus sádicos, brutales y refinados métodos de tortura. Leed “Archipiélago Gulag”, escrito por un tío que vivió esta barbarie, si queréis ver de qué hablo. Pero aviso: puede resultar demasiado desagradable.
  • Kolimá y Vorkutá, los iconos del entramado de campos de concentración y exterminio de la URSS. Si Auschwitz os hiela la sangre, mejor no os cuento lo que pasó allí.
  • Que los judíos que huyeron de Alemania hacia el Este, al acabar la II Guerra Mundial, se encontraron con que Stalin se encargó de continuar con la política de exterminio de la raza judía que inició Hitler.
  • Que la II Guerra Mundial la ganamos “los buenos” gracias a que Stalin fue un auténtico salvaje con su pueblo: 30 millones de soviéticos (sí, sí, un tres y un cero detrás) murieron durante la contienda. ¿Razones? Pues ahí van un par de ejemplos de brutalidad: (1) La política de ni un paso atrás en Stalingrado (los oficiales tenían que disparar a sus soldados si daban la vuelta, y de veras que lo hacían). (2) O la orden dada en la batalla del Kursk (el mayor enfrentamiento de tanques de la historia) de “dirigirse en carrera desenfrenada hacia los tanques alemanes, hasta empotrarse con ellos si fuese necesario”; y de veras que lo hicieron: amasijos de tanques ardían fundidos en el campo de batalla. Preferían morir así que enfrentarse a un consejo de guerra (al que, por supuesto, no iban a llegar). (un día hablaré de esta batalla, la gran desconocida que tuvo tantísima relevancia en la II Guerra Mundial)

Y después de esta avalancha de recuerdos, me ha venido (como siempre me pasa) la consiguiente avalancha de reflexiones:

  • Mi más sincero agradecimiento a los soldados rusos que murieron. Mi más nauseabunda repulsa por cualquier dirigente soviético.
  • Mi duda razonable de si no hubiese sido mejor, para el conjunto del mundo, que Hitler hubiese ganado la II Guerra Mundial, en lugar de Stalin. Ojo: hablo del conjunto del mundo, no de España, Francia o Inglaterra. Y es que la victoria de los soviéticos les hizo amos y señores de las todas sus repúblicas, de los países satélite del Pacto de Varsovia; les permitió invertir cantidades ingentes de dinero en estimular el comunismo en Africa; inyectar armamentos e instigar guerras; desperdigar a millones de personas por toda la URSS para evitar potenciales concentraciones de disidentes de potenciales disidentes (que se lo digan a los ucranianos). Tengamos en cuenta que con Stalin, el pueblo soviético vivió mal, muy mal, todos y cada uno de los momentos de su mandato. En cambio, con Hitler, “sólo” sufrieron durante los años finales de su dictadura; y sólo una parte de la población; y en gran parte debido a las barbaridades económicas que les impusieron los aliados en Versalles (ojo, que no lo justifico, pero siendo los dos tremendas aberraciones, no puedo evitar que una me parezca menos mala que otra).
  • En línea con la reflexión anterior, mi puntito de “remordimiento de conciencia colectiva” al pensar que, para vivir un poco mejor en Europa Occidental, ha habido tantos millones de víctimas (físicas y mentales) a cargo de los regímenes comunistas, por todo el mundo.
  • Mi sorpresa y desconcierto de que todos estos datos permanezcan en el olvido; incluso en EEUU, el enemigo acérrimo de la URSS. ¿Qué extrañas fuerzas operan en la sombra, que pretenden y consiguen que la gente no sepa la verdad sobre los regímenes comunistas? No lo sé, pero tiene que haber algo, porque si no, me resulta totalmente incomprensible. No, no me entra en la cabeza que Guántanamo (que es deplorable) sea el epítome del mal, cuando es una zapatilla rusa al lado de cualquier cárcel regional soviética.
  • Que critiquemos el corredor de la muerte estadounidense (igualmente deplorable), mientras existe la opinión generalizada de que China es un dulce suflé cuyo PIB crece rápida e indefinidamente. Cuando en realidad es un régimen dictatorial brutal, con la mayor tasa de suicidio del mundo.
  • Mi estupefacción por le hecho de que en la cultura europea haya triunfado el neomarxismo de Marcuse, y que sea denigrante el reconocer a EEUU el papel que ha tenido en el siglo XX (con sus luces y sus sombras, casi como un cuadro de Caravaggio, pero con más luz que oscuridad).
  • Mi cabreo con el pueblo francés, por tener ojeriza a los americanos, quienes les salvaron de desaparecer de la faz de la tierra, como país, en dos ocasiones a lo largo de este siglo.

Como cierre, creo que el régimen económico y político de occidente debe mejorar, y mucho, para desarrollar sociedades en las que los ciudadanos vivan libres, felices y pudiendo desarrollar todo su potencial, en la que podamos sacar fotos a ensaladas con gusanos siempre que nos apetezca… Y considero que la conjunción de los modelos americano y europeo han de constituir la estructura principal sobre la que ponerse manos a la obra (eso sí, tirando muchos tabiques, levantando nuevas habitaciones y abriendo más ventanas).

Espero haberos transmitido mi convicción: que la historia del siglo XX no es tan plana, tan evidente y tan tontorrona como pretenden que creamos. Que no vale el maniqueísmo y que es sano desconcertarse al valorar el cronograma de la historia reciente.

lunes, 18 de octubre de 2010

El debate más importante de la historia

Ocurrió hace 50 años, hacía tiempo que me apetecía verlo y resulta que lo podía ver cuando quisiese. El otro día lo vi en el blog oficial de Youtube, así de fácil.

Este oscuro (y rarito) objeto de deseo no es otro que el primer debate político televisado de la historia: 26 de septiembre de 1960, Kennedy contra Nixon, luchando por ser el presidente que sucedería a Eisenhower.

Me interesaba, en primer lugar, por el vuelco inesperado que supuso en el resultado de las elecciones (al verlo me lo he explicado). Antes del debate, Nixon lideraba todas las encuestas: iba a ganar de calle. Pero llega al debate y se muestra como una máquina de soltar datos sin hilo argumental (incontestables, sí, pero incoherentes). Un robot que no despierta ninguna emoción en la audiencia y que, además, parece inseguro. Kennedy, por su lado, tiene sólo dos ideas, pero muy claritas: un discurso muy emocional, centrado en el “I am not satisfied” (una letanía casi digna de Luther King), en retar a un combate de ideologías más que de candidatos y en mostrar el riesgo del poder comunista. Y transmite una seguridad y una tranquilidad pasmosas. Merece la pena ver, al menos, los discursos iniciales de cada uno de los candidatos.

Después de este debate, Nixon había sido derrotado.

Pero este debate me interesaba, sobre todo, porque supuso una jugada maestra del destino antes del momento más delicado de la historia de la humanidad. El 15 de octubre de 1962 estallaba la crisis de los misiles de Cuba: los soviéticos habían instalado un aresenal nuclear bestial en Cuba, a tan sólo unos kilómetros de EEUU. De las grandes ciudades estadounidenses, sólo Seattle estaba fuera del alcance de los misiles. EEUU dio un ultimatum, comenzó la cuarentena de la isla y sintió la amenaza en casa como nunca antes.

Puede parecer una crisis más, ¿no? Pues bien, no lo fue. Sobre todo por cómo estaban los ánimos de calentitos. Dos ejemplos: (1) comportamiento de Kruschev en la ONU: discutiendo sobre la descolonización africana, se quitó el zapato y, golpeando con él la mesa, gritó a los representantes occidentales: ¡Os arrasaremos! (glups, ahí queda eso). (2) El reciente  y durísimo desafío por parte de occidente con el establecimiento del puente aéreo a Berlín Occidental… la situación del mundo daba mucho, pero que mucho miedito.

Pensémoslo bien: un potencial nuclear capaz de destruir varias veces a la humanidad, en manos de tan sólo dos personas (una de las cuales parecía tener propensión a la inestabilidad). En una situación en la que sólo tenía sentido llevar la iniciativa: golpear segundo era un “premio de consolación”, porque significaba que en pocos minutos ibas a ser aniquilado. Golpeando primero, quizás podías machacar a la otra potencia antes de que pudiesen soltar todo su arsenal. ¡Y todo esto sin ninguna comunicación entre los dos líderes, basándose únicamente en intuiciones! (la línea roja se estableció a raíz de esta crisis). La cosa llegó a tal extremo que el veintitantos de octubre, Kennedy comunicó a los medios la inminencia del estallido de la tercera guerra mundial. La cosa fue muy, muy, muy en serio. Para más tensión, los rusos destruyeron un avión espía estadounidense que sobrevolaba Siberia. Al final, por suerte, reinó la cordura… y aquí estamos todos.

Si Nixon hubiese estado en el gobierno, con Kissinger a su vera y su propensión patológica a la aniquilación, ¿qué hubiese pasado en esta crisis? Quién sabe, quizás no estaríamos aquí. Así que mi más sincero agradecimiento a este debate, al moderador, a los periodistas y, ¡qué narices! ¡A la madre que los parió! Por producir ese vuelco en las elecciones. Por permitir que siga habiendo historia.

viernes, 15 de octubre de 2010

Retrospectiva fastidiosa

Venía yo todo contento a escribir un post sobre la crisis de los misiles de Cuba (comenzó un 15 de agosto, y yo soy muy de efemérides); venía yo todo contento, digo, y de repente me encuentro con que llevo casi dos meses sin escribir en el blog.

Y me he puesto a pensar: “A ver, Pablito -sí, sí, yo también me llamo Pablito de vez en cuando-: ¿qué narices has hecho estos dos meses?” Y así, puesto a hacer balance, me he dado cuenta de que he hecho muchas cosas, he tachado muchas tareas, pero no he existido. Que he tirado el tiempo, vamos. He sido “Pablito el ejecutor”, y no “Pablote el existente”. Suena a chorrada, pero cada  vez estoy más convencido de que dedicarse la vida a hacer cosas, más que a sentir la vida, es como leer poesía haciendo análisis sintáctico. Un enfoque radicalmente equivocado, vamos.

Y con esto han venido varias reflexiones en avalancha:

  • He pensado en que los tipos a los que más envidio, los místicos, sólo existían (suena a rarito, pero si me pudiese cambiar por alguien, tengo claro que sería por un místico de los de aúpa). Es más, que la presentación de Dios en el Sinaí fue simplona pero potente: “Yo soy el que soy”. Bien podría haber sido “Yahvé, constructor de universos” o “El mejor referente mundial en materia de virtudes”. Pero resulta que no, que su tarjeta de visita no habla de ninguna actividad, sino todo lo contrario.
  • He oído una canción de Deluxe, “Historia Universal”, una crónica muy potente de una pérdida de tiempo. Si tenéis, Spotify, escuchadla. Y he sido consciente de cuánto tiempo perdemos por miedo a tomar decisiones, sin darnos cuenta de que optar por la “no decisión”, por seguir con el status quo es, en sí mismo,  una decisión (en muchos casos la decisión equivocada, para más señas).
  • He leído un fragmento de un cuento oriental, ambientado en un cementerio en el que las lápidas sólo recogían el tiempo en el que la gente había vivido de verdad, en el que habían destilado la existencia. Sorprendentemente, las vidas eran muy cortas.
  • Me he acordado de mis conversaciones con algunos amigos, sobre la existencia y los niveles superiores de conciencia (qué suerte la mía, al tener estos amigos). Y de la división aristotélica entre las actividades que son medios para algo y las que son fines en sí mismas (estas últimas, las que proporcionan la auténtica felicidad).

Así que empiezo el curso con una pregunta sencilla pero con miga:

a lo largo de la última semana, del último mes, ¿cuántos momentos te habría gustado congelar, convertirlos en un presente eterno?

Piénsalo sin miedo. En mi caso, son pocos, así que voy a pensar en ello. Os dejo, que me pongo en “modo reflexión” ;).

La crisis de los misiles de Cuba, para otro día. Pero no lo dejaré pasar, porque estuvimos tan cerca de la aniquilación total que hay que asegurar que no se vuelve a repetir.

lunes, 9 de agosto de 2010

Las invasiones bárbaras

Siempre he oído que "España fue invadida 8 siglos por los árabes", una idea que queda como triste reminiscencia de la historia de Modesto Lafuente y sus colegas, unos autores muy condicionados por su época.

Condicionados por una época en la que el historiador tenía su ideal preconcebido y en él encajaban ("a leches" si hacía falta) los hechos históricos. Una época en la que la única forma de ser bueno era cumplir con la "etiqueta del cristiano" y aprenderse el catecismo, pero mucho ojito al que se le ocurriese profundizar de verdad en la fe y en las radicales implicaciones sociales que debería conllevar. Una época en la que un apestoso "amor a la patria" podría llevar a decenas de millones de personas a la muerte; y no sólo soldados, sino también civiles (que me digan qué tipo de "amor" puede justificar estas muertes; y más si el supuesto ser amado es un ente abstracto que no existe para sus ciudadanos, sino para sus gobernantes). En fin, una época en la que los caciques civiles y religiosos necesitar moldear las mentes de sus seguidores.

Pues bien, como (intuyo se percibe) no estoy de acuerdo con esta frase de la invasión, los 8 siglos y los árabes, ahí va mi réplica:

  1. No fueron los árabes, fueron muchos más. A saber: árabes, almohades, almorávides y bereberes. No son lo mismo; y si no, que se lo pregunten a cualquier bereber que viva actualmente en régimen de paria social bajo el rey árabe de Marruecos por el mero hecho de su raza. En fin, que los que estuvieron aquí fueron los moros, aunque esta palabra no guste a los mojigatos de la discriminación lingüística. Y es que los moros, según el diccionario de la RAE son los "naturales del Africa septentrional frontera con España", e incluso "se dice del musulmán que habitó en España desde el siglo VIII hasta el XV".
  2. No ocuparon la totalidad de la Península durante 8 siglos. Hablando en términos matemáticos, hubo "al menos un moro" durante 8 siglos. Pero ocupando la mayoría de España no estuvieron demasiado. A partir de 1050 o así, la cosa estaba mitad cristiana, mitad mora. Cuando Alfonso XI tomó Gibraltar y alrededores (en torno a 1350) ya sólo quedaba esperar a que Granada cayese como fruta madura.
  3. ¿Nos invadieron? Lo dudo mucho. Y es que fuimos nosotros los que les abrimos la puerta para que viniesen a guerrear a España, como tropas de apoyo en las luchas entre Rodrigo y Vitiza (si mal no recuerdo).
  4. A nadie se le ocurre decir que los romanos invadieron España, o que los visigodos invadieron España, sino que se admite que ellos fueron parte activa en la historia de este país. Pues bien, resulta que los moros han sido, junto con los romanos, el pueblo que más tiempo han estado en España, fíjate tú. Resumiendo: la historia de España es mucho más mora que visigoda. Además, hace menos de 8 siglos desde que se fueron los moros... y a nadie se nos ocurriría decir que España ha sido "invadida por los cristianos" tras haber estado aquí los musulmanes.
  5. Puede ser que las razones para distinguir entre "invasión vs. convivencia" sean meramente religiosas, lo cual es mezclar churras con merinas. Permitidme además recordar que los visigodos fueron arrianos durante bastante tiempo, una herejía cristiana que implicaba directamente la excomunión por parte de la Iglesia católica.
  6. Ejem... muchos de los que dicen que los árabes nos "invadieron" están asimismo orgullosos de la "conquista de América". Resulta curioso cómo cambiamos el término cuando nos golean jugando en casa y cuando ganamos fuera, ¿no? No olvidemos que nuestro comportamiento en América fue muchísimo más destructivo que el de los moros en España.1
  7. Es verdad que, en la actualidad, los árabes están por detrás de nosotros en cuanto a derechos y avance social. Pero cuando vinieron a España, los moros fueron un soplo de aire fresco en la tenebrosa oscuridad de la Edad Media. Por unos siglos, España fue el candil cultural de Europa, permitiendo la llegada de Aristóteles, de Avicena, de los números arábigos (que, por cierto, son indios). Si por algo merece ser recordado el papel histórico de España, es por éste de transmisores del conocimiento, gracias a los moros. A mi juicio, un papel igual de importante o más que aquél del que la mayoría de los españoles están más orgullosos: el de descubrir América de pura potra e invirtiendo dos duros, para posteriormente arrasar con su riqueza metalúrgica y reinvertirla en la financiación de guerras de religión... hasta que en el siglo XVIII llegó la cordura y América se empezó a aprovechar mediante explotaciones sostenibles.
  8. La historia esa del reyezuelo de Asturias, el don Pelayo que según cuentan tuvo la idea de reconquistar España... con todos mis respetos, pero no me acabo de creer que un cateto de un valle de Picos de Europa tuviese conciencia de la unidad de España (cuando el hecho es que ni los Reyes Católicos ni Carlos I ni los Felipes unieron España y hubo que esperar a la llegada de los Borbones para que existiese España como país y no sólo como imperio). Intuyo (pero es una opinión) que pasarían bastantes años para que la gente se preocupase de reconquistar España más que de recuperar su terruño.
En fin, que creo que España ha sido visigoda, ha sido romana y ha sido musulmana. Son realidades, le guste a quien le guste y le fastidie a quien le fastidie. Realidades, todas ellas, de las que me siento muy orgulloso.

P.D.1 El título de este post está tomado de una película francesa homónima que no deberíais dejar de ver. Una preciosa reflexión sobre la humanidad, la amistad y la enfermedad.


  1. Que conste que la conquista de América me parece admirable; pero fundamentalmente por las hazañas de los conquistadores, y no tanto por el comportamiento de España como país ni de sus gobernantes como individuos.

sábado, 24 de julio de 2010

La olvidada e importantísima logística

Leía hoy un artículo en el Economist sobre los trenes de mercancías americanos, y me ha apetecido escribir un post sobre la logística.
¿Por qué la logística? No sólo porque sea lo que realmente gana las guerras (eso dicen siempre los de intendencia, ¿no?). Sino porque reconozco que es uno de esos avances científico-económico-tecnológicos por los que siento especial predilección, debido a que:
  • No se nota, pasa desapercibida para el común de los mortales
  • A priori, parece simple, sin mucha complicación, hasta que te pones a rascar y ves el follón que conlleva
  • Tiene (y ha tenido) un impacto bestial en el desarrollo económico y en la erradicación de la pobreza
Así que lo dicho, voy a contar unas cuantas curiosidades que me vienen a la cabeza (hoy paso de posts estructurados, que para algo estoy ya casi de vacaciones). ¿Sabíais que...
  • ...El transporte intermodal ha permitido desplomar el coste del transporte de mercancías? Hablando en plata, se trata de el transporte mediante contenedores (que son de medidas estándar, en todo el mundo, para todas las marcas, ya sean arrastrados por un camión, cargados en un barco o desplazados en tren). Parece una tontería, pero el invento de la "cajita" no se le ocurrió a nadie hasta la segunda mitad del siglo XX. Permite cargar y descargar los barcos en poquísimo tiempo; desplazar mucha más mercancía en un único barco; cambiar de modalidad de transporte con una agilidad pasmosa (de ahí su nombre, intermodal, de la facilidad de pasar de barco a tren, de tren a camión...).
  • ...La ampliación del canal de Panamá no se debe tanto a USA como a Brasil? Actualmente, se está acometiendo una ampliación faraónica del canal de Panamá, construido en 1914 (si mal no recuerdo) y que en tiempos fue el eje de comunicación entre dos mundos. Curiosamente, desde hace un tiempo, el canal no servía para mucho (sobre todo, desde el último cuarto del siglo XX), porque sus dimensiones no dejaban pasar los barcos con contenedores. Si una mercancía iba de China a Nueva York, se recurría al intermodal: barco hasta California; tren hasta Nueva York. Lo que pasa es que ahora, China es el principal socio comercial de Brasil (algún día os comentaré la curiosa relación que existe entre ser la primera potencia económica mundial y ser el principal socio económico de Brasil, que están tremendamente relacionadas). Y claro, para ir de Brasil a China por intermodal está un poquito chungo. Así que hay que hacer eficiente el transporte por barco, y ello implica mejorar el canal de Panamá (obra que, por cierto, está llevando a cabo una empresa española, según muchos expertos con unos precios de baja temeraria y que se va a pegar un guantazo de narices en la obra).
  • ...El sistema de trenes de mercancías más eficiente del mundo está en USA? Curioso. En Europa, los trenes de pasajeros son bestiales, pero los de mercancías no son gran cosa. En USA pasa al revés (de hecho, el transporte de mercancías por tren, en USA, cuesta aproximadamente la cuarta parte que en Italia, que es una diferencia potente). No sé si alguna vez habéis visto un tren de mercancías de USA... Yo sí, y recuerdo que algunos eran interminables, diría que hasta de Km (basado, fundamentalmente, en mi viaje a Alaska, que no sé si es representativo del total estadounidense).
  • La eficiencia logística ha sido el factor clave que ha permitido la globalización? (Claro está, unido a la eliminación de tensiones políticas USA-URSS, que ha facilitado la entrada de países segundones, en régimen de pleno derecho, en la economía global). De hecho, hasta ahora se ha consolidado muy bien la globalización de servicios (como tener un call center en la India). Ahora estamos inmersos en la globalización de los bienes (producir en cualquier sitio y vender en cualquier sitio). Algo que sólo podrá conseguirse con la eficiencia de transporte, para asegurar la competitividad en costes.
Bueno, después de este rollo, espero haberos hecho caer un poquito en algo tan tontorrón, tan "escondido", pero tan importante en nuestras vidas. En otros posts iré hablando de "grandes avances desconocidos de la humanidad" :p.
Buen finde a los que todavía no estéis de vacaciones. Y a ti, Gabi, te deseo que pases unas vacaciones excelentes y que descanses mucho después del añito que has tenido; en tu honor, cierro este post sin hablar del tiempo (y mira que me cuesta).

martes, 20 de julio de 2010

¿-1=+1? En semántica, parece que sí

Bueno, pues por fin me he aclarado. He de reconocer que la palabra "descambiar" siempre me había sonado fatal, casi al Joshua de Los Morancos.

Y hoy he visto el significado. Y me he quedado mudo: ¿cómo puede ser que una palabra y su opuesta signifiquen lo mismo? Y me explico: descambiar y cambiar significan lo mismo; desescombrar y escombrar significan lo mismo (que viene a ser como si "ensuciar" y "desensuciar" -caso de existir- singificasen lo mismo).

Ahí va la "demostración" de la RAE:

  • Cambiar (en su acepción número 7: Devolver una compra
  • Descambiar (en su acepción número 2): Devolver una compra
  • Escombrar: Desembarazar de escombros un lugar para dejarlo llano, claro y despejado
  • Desescombrar: "escombrar" (y se quedan tan pichis. Como ir a un libro de matemáticas y ver -1=+1

Vamos, que si sumamos esto al follón de "enervar" (ver mi post "Me enerva enervar" ), la RAE me tiene con el corazón en un puño :p.

Ale, espero que estas chorradas sin sentido os hagan pasar un poco mejor los calores estivales... o que al menos os consoléis viendo que a mí también se me derrite el cerebro.


lunes, 19 de julio de 2010

Bioquímicos frikis... pero frikis

Intro: hoy me atrevo con un post que requiere explicar algunos conceptos de bioquímica... así que Dios me (os) pille confesados. A ver qué pasa, si conseguimos que algo se entienda. Va por vosotros, Watson y Crick. Ah, por supuesto, si alguno de vosotros detecta alguna incorrección (salvando la simplificación necesaria en el post), por favor, dadme un tirón de orejas. Allá vamos.

Hace unos meses oímos en todos los medios, a bombo y platillo, que unos científicos han "fabricado vida". Hasta donde yo sé, lo que realmente hicieron fue introducir un ADN con un código genético "diseñado" en una estructura nuclear con tus compartimentos, sus membranas y demás zarandajas. No me voy a meter en detalles, pero en mi humilde opinión no hemos fabricado nada, sólo hemos introducido una pieza en una maquinaria ya montada. Viene a ser como si un mecánico que cambia el cárter de un motor me sale con que ha inventado un automóvil.

Pero bueno, dejémonos de filosofía y vayamos con la parte friki del proyecto. Para ello, permitidme una breve explicación de cómo "funciona" el milagro ADN. El famoso ADN está compuesto por sucesiones larguíiiiisimas de cuatro "bases",  (conocidas por sus iniciales A,C,T,G), acopladas como una cremallera y enroscadas como una hélice. Cada combinación de 3 bases es como un código de producció de un aminoácido; se producen muchos aminoácidos seguidos, que se unen en proteínas; y las proteínas se van de emisarias por la célula a organizar el funcionamiento de todo el temita, cual capataces biológicos. Uséase, el ADN es el centro de control de mando de cualquier célula y, por extensión, de todo el organismo.

Pues bien, hay 20 aminoácidos, y para entenderse, algunos científicos han asignado una letra a cada aminoácido hasta completar un "alfabeto" en el que se puede escribir (partiendo del alfabeto inglés, el truco consiste en eliminar letras similares, como dejar sólo una "b" y quitar la "v"). Es decir: cada 3 bases, un aminoácido; cada aminoácido, una letra. Por tanto, combinando bases se puede "escribir" en este alfabeto. (ya se ha acabado el coñazo, ahora viene la guasa).
Pues bien, leo en Microsiervos que los guasones de los científicos, en base a este alfabeto, se han dedicado a "escribir" mensajitos en el ADN de la célula que han fabricado. Por lo que se sabe, han metido la siguiente información:
  • Una frase simbólica de Joyce que viene muy al pelo: To live, to err, to fall, to triumph, to recreate life out of life (vivir, errar, caer, triunfar, recrear la vida a partir de la vida)
  • Una explicación de cómo funciona el código genético (digo yo que será algo parecido al rollazo que he soltado más arriba)
  • Ésta me parece la monda: la dirección "secreta" de una web. Obviamente, para visitar esta página, previamente hay que descifrar el código genético de la célula en cuestión... cualquier ser humano que la visite se merece el premio al más friki, porque este rollo de gymkana biológica me parece para raritos, raritos.
  • Por supuesto, para cerrar, no podían faltar unos créditos: el nombre del científico que ha liderado el proyecto (Craig Venter) y de sus colaboradores.
¿Habrá más información curiosa por ahí metida? ¿La lista de la compra? ¿Una declaración de amor? ¿Algún mensaje de despecho?
 
Para terminar, una reflexión a la que daré forma en otra entrada del blog: ¿somos nosotros los sujetos de la vida? ¿No será que somos medios, o herramientas, que el ADN utiliza para poder perpetuarse? La vida fue originariamente ADN, y lo que se fue "añadiendo" no fueron sino "extras" que facilitaban su perpetuación y reproducción... y nosotros que nos creemos tan importantes. Ale, "food for thought", que dirían los americanos.

martes, 6 de julio de 2010

Palabros estivales

Ya está aquí el verano, ya está aquí el calor. Como tantas cosas en esta vida, pasamos rápidamente de añorarlo a aborrecerlo. Y esta semana viene en serio: no sólo por las escandalosas temperaturas diurnas, sino porque por la noche el mercurio, altivo él, no se digna a bajar de los 20ºC (creo recordar que ese era el criterio para definir una noche como "muy cálida" o "tropical", no sé exactamente el término... pero vamos, hablando en plata, una noche "calurosa de cojones")
Y este calorcillo por fuerza hace que la pereza y la vida molusca pasen de ser un vicio a ser compañeros ineludibles de estación. Los pueblos que viven en climas realmente calurosos no podrían medrar si no fuese por un metabolismo aletargado y contemplativo, poco dado a la acción.
Y con este rollo perezoso, de desidia y desgana que trae consigo la calor, os traigo algunos palabros curiosos relacionados con la molicie. Ahí van:
  • Galbana (sí, sí, con "b"). No sé por qué, pero esta palabra siempre me suena a siesta veraniega en la sartén de Andalucía, sin un ser vivo por la calle, con sudores ombligueros y respiración sibilante. Significa, según la RAE: "Pereza, desidia o poca gana de hacer algo".
  • Esplín: una palabra que la meto porque me disgusta. Significa "melancolía, tedio de la vida"... pero a mí me suena a ñoño vahído decimonónico. Claro, así de devaluada está la depresión; con estas palabras de significado profundo y fonética tontorrona, estamos apañados.
  • Zorronglón (ésta me encanta, me la ha enseñado hoy un compañero de trabajo): convendréis conmigo en que ésta palabra debe ser pronunciada con zafiedad y energía, llenando la boca en cada una de las consonantes. Inmediatamente evoca a mujerzuelas de dudosa reputación (de hecho, hoy he hecho la prueba; le he dicho a una amiga que era una zorronglona y casi me llevo un sopapo). Pero su significado no tiene nada que ver con el fulanerío. Significa "Dicho de una persona: Que ejecuta pesadamente, de mala gana y murmurando o refunfuñando, lo que le mandan". Pues eso, lo que por fuerza hay que hacer en este clima... hacer las cosas lo más lento que se pueda, pero siempre fingiendo que es imposible hacerlas más rápido.
Ahí han ido tres palabros curiosos... ¿alguna contribución para enriquecer este "canto al arrastrao"? Vaya, se me olvidaba que también eso os da pereza con este clima ;).
Que siga bien la semana y que veamos buen fútbol: Aúpa Holanda, que no me gusta nada la marrullería con la que se clasificó Uruguay.


lunes, 5 de julio de 2010

Gestionando jovenzuelos

La semana pasada estuve de acampada familiar. Un evento que repetimos todos los años, en el que convivimos hermanos, cuñados y sobrinos. Es un "concentrao de convivencia" que viene de maravilla en estos tiempos que corren. Este año, además de adolescentes reales y en potencia, se ha venido otro sobrino de veintipico (25 para más señas). Un peaso de tío, hablando en plata. Hacendoso, con sentido común, divertido, positivo... vamos, casi, casi como yo :p.

Este sobrino es un individuo de la "Gen Y", como le llaman los americanos. Los chavales que están entre los diecimuchos y los veintimuchos. Se trata de la generación siguiente a la mía, la "Generación X", tan bien retratada en "Reality Bites", "Antes del amanecer" y "Antes del atardecer" (ya estáis corriendo a ver estas tres pelis, porque merecen la pena, sobre todo la última).

Coincidencias de la vida, el otro día hablaba con un ser humano talludito, anquilosado en su educación y su forma de ver el mundo, incapaz de entender que la vida se puede comprender y atacar desde ángulos muy diferentes. Este individuo se quejaba de lo difícil que es gestionar a los chavales de la "Gen Y" (y no es el único, puesto que las revistas empresariales están llenas de artículos con ideas al respecto, e incluso cartas al director). Estos comentarios me hacían pensar en la cantidad de "Gen Y" que he conocido, muy diferentes de las generaciones que les precedían y con un tremendo potencial.

Pues bien, dejémonos de prejuicios: debemos aprender a gestionar y a extraer todo el potencial de esta "Gen Y". Con sus peculiaridades, sus puntos débiles y sus indudables fortalezas. Que no se repita la historia, que no nos encasillemos en una forma de ver el mundo y nos empeñemos en no aprender nada de la gente que viene detrás (¿Os suena la historia? A mí sí y mucho, desgraciadamente).

Así que que ahí van algunos pensamientos a considerar a la hora de gestionar a estos jovenzuelos:

  • Son multitarea. Vale que tú no puedas hacer más de una cosa a la vez. Pero no pongas el grito en el cielo cuando les veas preparando un documento, buscando información en wikipedia, chateando y viendo un vídeo en Youtube, todo a la vez. Es su forma de procesar información. Ni mejor, ni peor que la tuya. Simplemente, diferente.
  • Buscan equilibrio entre vida familiar y personal. No entienden currar para forrarse, más bien entienden que currar es un medio para vivir... y con el que se lo tienen que pasar bien. Más que admiración, suelen sentir lástima por los workaholics. En resumen, tienen una vida multidimensional, mientras que mucha gente de nuestra generación la tiene monodimensional (centrada en el éxito, la pasta o el cochazo).
  • Nuestro concepto de jerarquía no lo entienden. Y no porque no hayan hecho la mili (frase cutre que me he hartado a oír), sino porque su cultura es la del "peer tu peer", de iguales a iguales. Nunca estarás "por encima de ellos". Tendrás una labor imprescindible para el funcionamiento del equipo, pero jamás serás superior a ellos. Su admiración te la ganarás por tu actitud, y nunca por tus títulos, tus galones o tus batallitas.
  • Necesitan estimulación inmediata: eso de meterles en un proyecto del que verán sus frutos dentro de 3 meses no les motiva. A nosotros tampoco, pero lo tolerábamos. Ellos, no, les frustra. Así que trabaja con objetivos intermedios.
  • Sus padres siempre le han dicho lo monos, lo guapos y lo geniales que son. Como resultado, son egocéntricos y soberbios. Si tienes que darles una mala evaluación, prepáratela bien. Menciona siempre las cosas que hacen bien, propón líneas concretas de mejora e intenta que entiendan el "por qué". Y dales "feedback" frecuente, que no se pasen largas travesías entre evaluación y evaluación sin saber cómo valoras su desempeño.
  • Manejan la tecnología de forma diferente a ti, y con una eficiencia que a ti te parecería ciencia ficción. Para ti es un obstáculo, pero para ellos es una herramienta. Jamás escatimes en medios tecnológicos para estos tipos. Vale que tú, tecnológicamente, seas un "Seiscientos", y que te valga con una cutrada de ordenador, una conexión a Internet de risa y cuatro programas estándar... pero no les obligues a ellos, "Porsches" de la tecnología, a moverse por tus carreteruchas comarcales. Estarás desaprovechando un gran potencial.
  • Necesitan "por qués" (ya era hora de que alguien los necesitase, que ya vale de la estúpida actitud de asentir a todo lo que diga la autoridad). No les digas "hay que hacer esto" sin explicarles el por qué, la razón por la que se lo estás pidiendo. Si esto te fastidia mucho, plantéate las cosas seriamente, porque a lo mejor estás pidiendo cosas sin ton ni son, y eso es lo más patético que puede hacer un líder.
  • No son iguales que tú. Nunca lo van a ser. Jamás intentes que sean iguales que tú. Estarán forzados y no aprovecharán todas sus capacidades. Y tú serás un líder muy triste. El buen líder es el que analiza, comprende y saca lo máximo de su equipo sin pedir imposibles a ninguno de sus miembros.

Todas estas sugerencias no son sólo por su bien, sino también por el tuyo, para que sepas sacar el máximo jugo de la gente que trabaja para ti... sin prejuicios y quejas facilonas sobre si te han tocado los limones que más te gustan.

Que empecéis bien la semana... me despido oyendo "Noches reversibles" de "Love of Lesbian" en Spotify... altamente recomendable.


domingo, 20 de junio de 2010

Guasas del destino

Estamos ahora con la tragedia de BP en el Golfo de México... la verdad es que aquí, en España, no estoy viendo demasiado revuelo, y la verdad es que se está armando una muy gorda.

Y me acordaba del Prestige, y de la que se armó en su momento en España. Una reacción ciudadana tremendamente positiva... pero a la luz de lo que pasa en USA, y lo tibios que estamos en España, me apena comprobar que los motivos de aquel follón fueron fundamentalmente políticos, y no de concienciación medioambiental (cuando lo segundo es mucho más importante, a largo plazo, que lo primero).

Bueno, con tanta disgresión me olvido del puntazo curioso de la entrada: Leo en Businessweek que una de las empresas que se está forrando con la emergencia de BP en USA se llama... tachán... ¡Prestige! Ironías del destino, ¿no os parece?

Para los curiosos, ahí va el artículo: Business Profit from the BP Cleanup


¿Es bonito? ¿O es triste?

Hoy se celebra el día del Padre en los estates. Acabo de mirar en Wikipedia y he descubierto que es el tercer domingo de junio: no son masocas ni nada estos yanquis, que no se dan ningún día de respiro y, cuando se lo dan, es siempre lunes o viernes, sin posibilidad de apañarse un puente como Dios manda.

Como os imaginaréis, todo el mundo ha sacado el "especial día del padre"... como aquí en España, pero a lo bestia. Entre otros, Google ha sacado este especial. Y lo ha hecho con una historia de Google Search (un vídeo que pretende contar una historia, como ya hicieron con una pieza genial en el intermedio de la Superbowl y que ya pudisteis ver en este blog).

Pues ahí va lo que han hecho estos tipos. Pretende ser un homenaje al padre viajero-yuppi-currante, con el difícil equilibrio de vida personal y profesional. A mí, sinceramente, me parece que nos hemos vuelto locos. Que esto no debería parecernos "preciosíssimo de la muerte", sino que es muy triste.¿Es realmente imprescindible este ritmo de locura? ¿Quién lo ha instaurado? ¿Quién tiene interés en que sigamos así? ¿Quién pretende hacernos creer que leer un cuento por Internet se parece, siquiera por asomo, al beso en la frente de buenas noches?

Como algunos sabréis, hace no mucho me tomé un sabático. Venía de un ritmo como el que cuenta el vídeo. Y, una vez en el sabático, viendo el partido desde la grada, siempre pensaba lo mismo: "¿dónde van con tanta prisa?" "¿No se dan cuenta de que no son imprescindibles, ni lo serán nunca?" Es como si tuviésemos miedo a pararnos a pensar, porque si lo hiciésemos, descubriríamos el absurdo en el que vivimos (en algunos aspectos, ojo, que en otros temas estoy encantado con el mundo en el que me ha tocado vivir).

Como algunos sabréis, hace no mucho me tomé un sabático. Venía de un ritmo como el que cuenta el vídeo. Y, una vez en el sabático, viendo el partido desde la grada, siempre pensaba lo mismo: "¿dónde van con tanta prisa?" "¿No se dan cuenta de que no son imprescindibles, ni lo serán nunca?" Es como si tuviésemos miedo a pararnos a pensar, porque si lo hiciésemos, descubriríamos el absurdo en el que vivimos (en algunos aspectos, ojo, que en otros temas estoy encantado con el mundo en el que me ha tocado vivir).







miércoles, 16 de junio de 2010

Aprovecha el mundial (también con tus hijos) (1/2)

Ya está aquí. Cada 4 años volvemos a la ilusión y a la convicción derrotista de que caeremos en cuartos. El evento deportivo más seguido del mundo (creo que la final de Alemania la vieron más de 700 millones de personas). Pues eso, que ha vuelto: el mundial. Y España, esta tarde, a por su primer partido.


Muchos de vosotros veréis el partido con vuestros hijos. Lo esperarán con una ilusión tremenda, y serán escenas que recordarán siempre (en mi caso: el 12-1 de Señor; el 5-1 de Dinamarca en México; el golazo de Goicoechea el 94; el gol de plancha de Maceda en el último minuto, en la Eurocopa del 84; el “sobaco maldito” de Arconada en París; el codazo a Luis Enrique… y ya paro).

Y pienso: ¿Por qué no aprovecháis esta ocasión única? ¿Por qué quedaros sólo en ver a 22 tíos corriendo en calzoncillos? Ahí van algunas sugerencias (aviso que aplican para un espectro muy amplio de edades de los chavales, e incluso para vosotros):

1.- Etica, ética y ética: ahora, los reglamentos son sus normas (en el fútbol y en la vida). Han de comprender que nada excusa de su cumplimiento. En plata: que no nos podemos alegrar de lo malo que le pase al rival; que no podemos alegrarnos de una trampa española, aunque nos dé la victoria. Si ven “lagunas” en el reglamento de un juego, ¿cómo no las van a ver en la vida? Además, hay que hacerles conscientes de que el primer perjudicado por la trampa es el propio jugador: conseguirá un éxito, sí… pero vivirá siempre con el peso de saber que el momento culminante de su vida estuvo basado en la mentira. La felicidad no nace del éxito aparente, sino de vivir en verdad con uno mismo.

2.- Aprende con ellos: ¿Por qué no buscáis información interesante de los países que juegan el mundial? ¿Por qué no nos quitamos prejuicios tontos? Os sorprenderíais de muchas cosas si, durante el partido, echáis un ojo a Google Maps, Wikipedia o Wolfram Alpha (¿sabías que Nigeria es el octavo país del mundo por población, y que su superficie es casi el doble que España? ¿Que la mayoría de los países participantes son naciones soberanas desde hace bien poco? -casi todas se formaron en el siglo XIX y XX… para quitar de la mente prejuicios paletos relacionados con la inmutabilidad de las fronteras- ¿Que Corea del Norte y del Sur presentan una de las diferencias de riqueza más salvajes del mundo, como reliquias de comparación entre capitalismo y comunismo? ¿Que Asia, con el 60% de la población mundial, sólo tiene 3 equipos en el campeonato?… busca datos con ellos, y seguro que aprenderán mucha más geografía que en las aburridísimas clases del cole)

3.- Conviérteles en protagonistas: ¿Qué es eso de que el locutor sea el único que habla durante el partido? No señor: quita el volumen. Déjales que narren ellos el partido, que cuenten lo que les venga a la cabeza. Les quitarás el miedo al ridículo; estimularás su creatividad; te reirás; conseguirás que incluso a las niñas les apetezca ver el fútbol. Esto lo hice con una sobrina mía en un concurso de Eurovisión y me partí de risa.

4.- Entiende el mundo: Aprovecha las “actitudes colectivas” de los equipos y sus seguidores para comprender diferencias radicales de entender la vida. Así, no se reirán de lo diferente, sino que entenderán y valorarán las discrepancias. Como sugerencias preliminares: el individuo por y para el equipo (los asiáticos); la intuición y la fuerza interior del individuo (los africanos); la decadente soberbia positivista (los europeos); el culto al figurín, al molón (los sudamericanos); la eterna independencia del resto del mundo (los norteamericanos).

5.- Mira el “cuadro global”: Por desgracia, nuestra educación presta atención exclusivamente al detalle, y se olvida de percibir las pautas globales. Esta visión global es crítica en la vida. Desde la capacidad de distinguir los errores de los aciertos, desarrollar un plan de vida, entender las relaciones humanas…. Animadles a que comparen las estrategias de los equipo, e incluso que digan qué decisiones tomarían ellos.

6.- Hacedles reflexionar y dialogar: Podéis proponer preguntas profundas y alucinar con sus respuestas. Una pregunta interesante sería: ¿qué reglas cambiaríais del fútbol? ¿Por qué? ¿Qué resultados tendría para el espectáculo? ¿Y por qué puede ser que no las hayan cambiado hasta ahora? (esta última para “bajar los humos” ante las autoridades de cada tema, que el españolito medio se cree con criterio para discutir cualquier cosa al mismo Papa).

7.- La importancia de creérselo y de querer darlo todo: la psicología es clave en la vida. Han de saberlo. Han de conocer sus defectos, sí… pero también han de estar convencidos de sus fortalezas y apostar doble o nada en las decisiones importantes de la vida. ¿Cómo se explica, si no, que de los 18 mundiales, 10 los hayan ganado los países anfitriones? Si no recurrimos a la psicología, al creérselo, al querer darlo todo, no se puede explicar. Porque la probabilidad no vale para nada.

8.- El fútbol, escuela de la vida: hacedles reflexionar sobre temas críticos de la vida que son esenciales en el fútbol: la necesidad de la estrategia y el sistema, con la suerte como factor decisivo; el hecho de que lo más sencillo (pegar patadas a una pelota) es lo que más feliz te hace; la necesidad de mantener el ánimo y la compostura incluso en los peores momentos; valorar el esfuerzo por sí mismo, independientemente de los resultados; la importancia del “trabajo en la sombra”, del entrenamiento, para conseguir las cosas valiosas de la vida…

Quizás os parezcan locuras. Yo, sinceramente, creo que estos momentos tan imborrables son, asimismo, incomparables para educar, para transmitir principios y pensamientos que queden grabados a fuego en sus conciencias y en su forma de ver el mundo.

Tengo más sugerencias. Os las seguiré contando otro día.

viernes, 4 de junio de 2010

¡Qué buen rollo de vídeos!

¿Pensabais que el marketing de una empresa alemana tendría que ser frío y aburrido? Pues yo sí, reconozco que lo pensaba. Que eso de la "emoción alemana" era algo tan esencialmente incompatible como la "música militar".

Pues resulta que los de T-mobile (la compañía de móviles alemana) se nos descuelga ahora con estos pedazo de vídeos, desarrollados en torno a un concepto muy potente: "Life is for sharing".

No os digo más. No dejéis de verlos, porque transmiten un buen rollo bestial. Y no sólo soy yo; parece que hay consenso en que molan: el primero que enlazo ha tenido más de 20 millones de visitas, que en el mundo viral es, técnicamente, un "huevaco".

Seguro que os anima el lunes ;). Ale, buen finde.

T-Mobile - Liverpool St. Station

T-Mobile -Hey Jude en Trafalgar


jueves, 3 de junio de 2010

Himno discotequero de los buenos

Ahí va el último vídeo de Kylie Mingogue. A mí me suena de maravilla, en plan himno discotequero de los que hacía falta desde hace unos años (los últimos años, la mayoría de los himnos han sido de quinceañeros empastillaos). Además, el vídeo tiene su puntito de inspirador.

Eso, sin olvidar algo que me mola mucho de esta canción: el pasado amoroso y sexual de una persona sí que importa. En muchas ocasiones, para bien: para tener las ideas claras, para entregarse mejor y saber exigir con más criterio.

Ale, que os guste

P.D. Que no todo van a ser rollos metafísicos derrite-cerebros en mi blog ;) Ale, buen puente a los que lo tengáis. Y que llueva, que llueve, la virgen de la cueva... que ya vale de alergias por este año.


Etica, estética y poética

Ayer estuve charlando con una de esas amigas que tengo la suerte de tener. Y me dijo una frase que me encantó y sobre la que me apetece reflexionar con vosotros: "una vida, para ser completa, ha de ser ética, estética y poética".

Parece un poco rayada de frase, o de titular rimado fácilmente recordable. Pero la verdad es que tiene mucha enjundia. Esto sin dejar de lado que me gustan los "taburetes" vitales, con tres patas, por ser la cantidad mínima y suficiente para que algo no se quede cojo (ya sabéis la perra que tengo por reducir todo al número mínimo y necesario de "axiomas" morales de nuestro comportamiento).

Empecemos por la ética. Es el que nos resulta más intuitivo. De hecho, éste es el aspecto que más nos inculcan desde la infancia: en la familia, en el cole... Pero, por lo general, se nos inculca como algo impuesto desde fuera, imprescindible para poder vivir en comunidad sin tocar mucho los huevos a los que nos rodean: una ética basada en el "no hacer el mal". El hecho es no se nos presenta como lo que es: un ingrediente imprescindible para la felicidad. Una ética basada en la libre afirmación del bien. Lo curioso es que, desde esta concepción generalizada de la ética, las personas que aspiran a un comportamiento radicalmente ético se ven forzados a ser "outsiders" de la sociedad. Sienten que no pegan ni con cola en el mundo en el que viven, sus convicciones les fuerzan a ir contracorriente y, al final, optar por ir a su rollito (léase: el movimiento hippie en sus orígenes, los cátaros en su época...). La ética de la vida de una persona suele resumirse en la homilía de su funeral. Ay, ¡qué pena me dan las homilías que se centran en hablar del éxito profesional de una persona! ¡Cuánto tiempo ha desperdiciado esa persona!

Sigamos con la estética, a la que normalmente no se le hace ni caso. Olvidamos que cada vida es un lienzo a rellenar, tema libre, por el sujeto de la misma. Ni nos planteamos hacer un cuadro bonito. Preferimos que nos den una plantilla, ésas que les dan a los niños con los bordes marcados, cogemos unos colores estándar e intentamos "rellenar sin salirnos". Carecemos del atrevimiento, la osadía, la coherencia vital con nosotros mismos de intentar hacer un cuadro bonito. La belleza con la que se ha esculpido una vida se puede ver a la salida de los funerales: es aquí cuando los allegados recuerdan si la vida de esa persona fue bella, si pintó un cuadro que llamaba la atención. Con las vidas más bellas, éste no es un momento exclusivamente triste. Es agridulce: nos da pena que falte esa persona, pero con nuestra alegría le agradecemos el habernos dado la oportunidad de contemplar su obra.

Acabemos con la poética vital, en la que no piensa ni el tato. Pues no señor: te animo a que tengas el convencimiento, el desapego y la locura del poeta. Que seas tú el que elijas cómo quieres rimar tu vida, cómo quieres que tu "lenguaje vistal" sorprenda a los que te rodean. Que el hecho de contemplar tu vida genere esos pequeños éxtasis que brinda la auténtica poesía. . Que cada día hagas una locura. Que no pienses que ser bueno es ser aburrido, sino todo lo contario: la espontaneidad es una de las diferencias fundamentales entre el hombre y los animales. Que tu vida incite a plantearse de raíz los criterios definidos de forma arbitraria. La poesía de la vida de una persona puede medirse por el número de lágrimas vertidas por los asistentes a su funeral; lágrimas vertidas en un momento específico: al llegar a casa, después del funeral, y encontrarse solos. Al descubrir que, al desaparecer esa persona, ha desaparecido un faro que ilumina en la distancia, que inspira y motiva. Un faro que brillaba con luz propia, y que no se limitaba a reflejar lo que le decían. No era una luz del candil escondida (el riesgo de mucha gente que se queda en la ética), sino que alumbraba el mundo con luces de tonalidades desconocidas.

A mi juicio, tres patas imprescindibles para que tu vida te deje huella y que le dejes huella a tu vida. Ojalá tu vida tenga estas tres patas recias y de la misma longitud. Dichoso seas y bendito seas si es así. Dichoso, porque estarás en el buen camino hacia la felicidad. Bendito, porque tu vida será un reclamo irresistible para la felicidad de los que te rodean.


miércoles, 26 de mayo de 2010

La tercera vía (I)

Permitidme la licencia de emplear la alternativa política de Toni Blair, “la tercera vía”, como titular para hablaros de mi entendimiento de la religión y cómo ha de evolucionar a futuro. Me centraré en la religión católica, por ser la que nos toca más de cerca.

La primera vía: en los últimos siglos, la religión ha sido afrontada a través de una única vía, la racional y ascética. Los religiosos dedicaban horas y horas a intentar comprender a Dios, analizando cuentecillos de la Biblia, estrujándose el cerebro para intentar explicar cómo funcionaba eso de la Santísima Trinidad e intentando comprender cómo era posible que el pecado original hubiese hecho que siguiésemos siendo imagen, mas no semejanza, de Dios.

Bien, como ejercicios de malabarismo metafísico no están mal. Mantienen despierta la mente, retrasan la llegada del Alzheimer y entretenían a los curas cuando su mente era asaltada por libidinosas imágenes de pecados eróticamente destilados en el confesionario.

Este enfoque iba de la mano del ascetismo. Del anularse totalmente; del despreciarse a uno mismo y a su cuerpo, castigándolo y vejándolo cuando fuese posible. Cuando, a mi juicio, lo dice bien claro “amarás al prójimo como a ti mismo”. Si no te amas a ti mismo, mal vas a poder cumplir este precepto, chavalote. Una visión totalmente negativa del cuerpo, de las emociones, de la creatividad… vamos, que borraba de un plumazo el 50% del ser humano. Un 50% que era extremadamente peligroso para la Iglesia: daba pie a herejías, atrevimientos y osadías que eran a todas luces intolerables (que se lo digan si no a San Juan de la Cruz, que estuvo tonteando con la Inquisición unas cuantas veces).

Ahora bien, este planteamiento se quedaba cortito, muy cortito. Hasta Santo Tomás de Aquino (la bestia racional del cristianismo) lo reconoció: cuentan que, después de una experiencia mística al final de su vida, el tío se preguntó algo así como “¿Y he dedicado tanto tiempo a estas chorradas? Desde mi aproximación racional nunca he sentido nada parecido a esto” (evidentemente, la cita la he modificado; pero es que sólo recuerdo la idea).

Y claro, al “macizo de la raza”, el tipo de la calle, este enfoque racional le servía de bien poco. Como consecuencia, lo confundían-sustituían con la repetición compulsiva de recetitas que calmaban su alma, como contadores de vueltas del Scalextric: “llevo 50 Ave Marías”, “he hecho ayuno todos los viernes de cuaresma”, “he cumplido toda la penitencia que me puso el cura”.

La segunda vía: por suerte, llegó el Concilio Vaticano II y trajo un soplo de aire fresco. Por fin te permitían emplear los sentimientos como una vía de aproximación a Dios. Antes, estos sentimientos eran considerados como perversas pasiones; como señores implacables que nos esclavizaban y anulaban. No, por Dios, un buen cristiano tenía que ser insensible, lógico, repetitivo y amaestrado. El Evangelio decía que “Dios es amor”; era algo que se podía decir, pero ¡ay del osado que intentase sentirlo!

Interesante, pero incompleto. Es como “a mi izquierda, con el calzón azul, el creeeyenteeee; a la derecha, con el calzón rojo, Dioooos. Veamos cómo se llevan estos dos sujetos”; claramente, no conduce a la fusión entre creador y criatura. Además, es claramente victimista: la vida es dura, esto es un valle de lágrimas, pero tengo una vía de escape para ser feliz e intentar dar sentido a mi vida: Dios me quiere… victimista, y egocéntrico para más señas (MI vida es dura; Dios ME quiere; ser feliz YO).

En cierto sentido, es verdad que esta religión es opio del pueblo: elimina de raíz el que la gente aspire a desarrollar todas sus posibilidades; a atreverse a tener una vida mejor y a mejorar el mundo; a olvidarse de uno mismo y fundirse con Dios y con el prójimo

Un enfoque religioso asociado a tres básicos acordes de guitarra enhebrados en cutres canciones parroquiales pretendidamente modernas. Y, lo más preocupante, un concepto muy excluyente: . Parroquianos que dicen “sentirse parte del mundo, pero nos reímos y despreciamos a los que no cumplen unos cuantos preceptos ñoños y sin sentido”. Parroquianos cortos de miras que juzgan al prójimo sin conocer su circunstancia; que se ríen de lo desconocido y novedoso en un acto de paletería sin igual. Que osan juzgar a la persona, en lugar del acto. Que se creen mejor que el resto. Que están convencidos de que “se salvarán”, y que los que no piensen como ellos no lo harán (¿veis aquí otra vez el enfoque egocentrista?).

Hasta aquí mi revisión a los dos conceptos del pasado. Otro día os contaré la que yo entiendo como tercera vía: un concepto de religión actualmente olvidado pero realmente valioso.

P.D. Este post va dedicado con mucho cariño a una persona a la que quiero mucho y desde hace mucho… ella sabe muy bien quién es.

sábado, 22 de mayo de 2010

Apología del videojuego

Imaginaos que un extraterrestre viene a la tierra, coge unas pelis en un videoclub y se ve "Viernes 13", "Uno de los nuestros" y "Garganta Profunda". ¿Qué conclusión sacaría? Que el cine no es un arte, sino una perversión, que sólo cuenta historias de pornografía, terror y violencia.

Pues lo mismo pasa con los videojuegos. La gente ha oído hablar de "Grand Theft Auto", "Bioshock" y "Call of Duty" y piensan que los videojuegos sólo tratan de guerra, terror fantástico, bandas callejeras, drogas y putas.

Pero se olvidan de que hay auténticas maravillas de creatividad; juegos que hacen pensar y ayudan a desarrollar habilidades; que permiten viajar a mundos fantásticos alucinantes de visitar y apasionantes de explorar; que permiten pasar un buen rato colaborando o compitiendo con amigos. Se olvidan de "Zelda"; de "Civilization"; del inocente "Mario Bros"; del macarra de "Wario"; de "Grand Turismo" o "Forza Motorsport"; de "Ratchet"; de "Final Fantasy"; de "Warcraft" y de "World of Warcraft"... y no sigo porque me pongo pesado. Son obras maestras de los videojuegos, al igual que el cine tiene sus obras maestras y a nadie se le ocurre decir lo contrario. Obras maestras divertidas, sin violencia extrema y que estimulan el intelecto.

En esta línea, estoy encantado porque dentro de nada sale en España un juego que, según las críticas, es uno de los mejores de todos los tiempos: "Super Mario Galaxy 2". Si el primero ya mostraba unos mundos preciosos, con una variedad y una diarrea de creatividad que quitaban el hipo. Con momentos de risa, y con el entrañable Mario dando vueltas por varios mundos luchando contra champiñones y enfrentándose a campos gravitatorios volubles.

Los que tengáis la Wii y tengáis niños, hacedles y haceos un favor: compradles el "Super Mario Galaxy 2" (sale el 11 de junio). Disfrutarán como locos, y alucinaréis viendo los paisajes, los escenarios y las divertidísimas situaciones.


viernes, 21 de mayo de 2010

Potente expansión la del agua

Recuerdo cuando me contaban en el cole que el hielo era un agente erosivo, porque al congelarse se dilataba en las grietas de las rocas y las rompía. Me lo creía, pero no acababa de captar la potencia que tiene el agua al expandirse.

Hasta hoy, que he visto este vídeo y me he quedado bastante alucinado. Merece la pena ver lo que puede llegar a hacer el hielo si no se le deja expandirse ese 10% adicional que ocupa en comparación con el agua. Los que tengáis chavales en edad de estudiar "ciencias del medio" y milongas de ésas, enseñádselo, porque creo que les resultará interesante.

Muertes guasonas

Hay una “mini-sección” en RNE, de Nieves Concostrina, que trata de muertes curiosas y cementerios interesantes.

Pues bien, esta señora solicitó hace tiempo a sus oyentes que le enviasen fotos de epitafios curiosos que encontrasen por la geografía española. Y acaba de publicar un libro sobre el tema.

¿Algunos epitafios divertidos? Ahí van:

  • “Cuando yo nací, todos reían y yo lloraba. Viví de al manera que cuando yo morí, todos lloraron y yo reí. D.L.A. (La marihuana es lo que tiene)”
  • “Recuerdo de tus padres que nunca te olvidan de mi esposo que me olvidó al mes de fallecida”
  • “Que conste que yo no quería”
  • “Estoy aquí en contra de mi voluntad”
  • Aquí yaces y haces bien, tú descansas, yo también”

Lo dicho, eso es tomarse la muerte con guasa, ¿no os parece?

P.D. A modo de curiosidad, parece ser que el“Perdonen que no me levante”, popularmente atribuido al epitafio de Groucho Marx es, en realidad, un mito urbano. En la tumba del Eden Memorial Park de los Angeles no está este epitafio.

jueves, 20 de mayo de 2010

Adivina, adivinanza...

Cuanto más me vacían, más peso a quien me lleva, ¿quién soy? tictac, tictac, tictac... Tachán, "LA VIDA"

Perdón por la cutre-adivinanza improvisada. Pero me parecía una forma curiosa de plantear un convencimiento que tengo desde hace tiempo: que cuanto más inactivo estás, más infeliz eres. Me lo ha recordado la siguiente postal que he visto en PostSecret (además de que 9 de cada 10 expertos en vacío vital están de acuerdo con mi tesis :p)


Por eso me resulta curioso que cuando la gente se va de vacaciones, o sueña con que le toque la lotería, dicen "voy a dedicarme a no hacer nada" o "a tocarme los huevos" (con perdón, pero es la expresión utilizada en mi encuesta :p) ¡Al contrario! Lo que hay que hacer es mantener siempre la vida llena.

El problema es que, a mucha gente, o le "llenan" la vida en el trabajo, o no saben llenársela solitos. Son las obligaciones del día a día, las tareas laborales y domésticas las que contribuyen a "quitar peso" a su vida; pero no son ellos.

Os reto a tener una vida, llena, rebosante, casi estresante en vuestro tiempo libre. Al mismo ritmo que vuestro trabajo o que vuestras tareas domésticas. Como decía un profesor mío, un sabio del que tuve la suerte de poder aprender "descansar no es dedicarse a no hacer nada; es, simplemente, cambiar de actividad".

Y después del reto va el deseo de que vuestra vida sea ligera como una pluma, por estar llena a reventar.


sábado, 15 de mayo de 2010

Payasos maltratadores

Por fin lo he encontrado (aunque no es que lo haya buscado mucho, pero vamos). He encontrado un vídeo genial que vi en "Espinete no existe" un monólogo que sin duda os recomiendo.

Pero bueno, volvamos a lo nuestro, al vídeo. No dejéis de verlo, por favor, porque no tiene desperdicio: un número circense que salió en el mítico programa de los payasos de la tele. Supuestamente, sacan un niño voluntario para un número malabarístico... a partir de ahí, cualquier acto voluntario realizado por el niño es mera coincidencia.

Divertido, sí señor. Espero que os guste. Pa' que los niños de ahora te denuncien por cualquier estupidez...


viernes, 14 de mayo de 2010

Qué (cueces) o por qué (enriqueces)

He estado viendo una conferencia en... tachán... sí, lo habéis acertado, en mi amadísima web del TED. La conferencia trataba sobre los diferentes tipos de liderazgo.

Me han llamado la atención dos tipos diferentes de liderazgo: el primero, un liderazgo basado en el "qué": el liderazgo autoritario, incomprensible, déspota y arbitrario. Es el liderazgo que practican las personas que no se creen realmente lo que predican o lideran; que sólo les importa alcanzar el "qué": acabar un proyecto (sin preguntarse ni para qué sirve); forrarse dirigiendo una empresa (sin plantearse la finalidad última, qué razón valiosa justifica que exista su compañía); o empeñarse en inculcar las normas de una religión sin ni siquiera creérsela, sin captar su esencia en profundidad (sin darse cuenta de que toda religión es como un sistema lógico, en el que bastan muy pocos axiomas para poder derivar el resto de principios morales).

Estos primeros líderes son obedecidos, pero nunca aclamados. Son oídos, pero no escuchados. Son "capataces", y no líderes. Soportados, y jamás admirados. Gestionan a sus subalternos como medios para alcanzar un fin, generalmente poco admirable (forrarse, conseguir la obediencia del rebaño o medrar parásitamente en la empresa). Suelen ser bastante poco dignos del papel que les toca desempeñar y, cuando desaparecen de su lugar, nadie les echa realmente e menos.

Los segundos, los que me molan, son los líderes del "por qué": aquellos que se mueven por un fin último, en el que creen y por el que luchan. Son los Martin Luther King; Steve Jobs; el Churchill de la II Guerra Mundial; Juan Pablo II... gente con la que, estemos de acuerdo o no con sus ideales, estaremos de acuerdo en que son carismáticos.

Ojo, he nombrado gente muy diferente: un pacifista, un CEO, un Papa, un jefe de estado que ordenó bombardeos civiles indiscriminados... y todos ellos fueron/son aclamados, escuchados, admirados (y casi adorados).

¿En qué radica esta diferencia? Pues porque ellos, en realidad, buscan un fin último y valioso. Churchill creía en el valor intrínseco de un orden mundial basado en la democracia, el eurocentrismo y el colonialismo (ojo, no lo defiendo). Steve Jobs cree en emplear su tecnología para hacer un mundo mejor (le dijo al presidente de Pepsi hace un porrón de años: "¿Tú qué quieres hacer con tu vida... vender agua azucarada o cambiar el mundo?"). De Luther King y Juan Pablo II no hace falta decir nada.

Ojalá consigamos vivir por un "por qué", por una razón última que dé sentido a nuestra existencia, y no sólo por un vulgar "qué" (ya sea un puestazo directivo, un sueldo alto o un cochazo que dé la nota) . Cuando lleguemos a ese nivel, no nos harán falta normas ni liderazgos absurdos, porque nuestro comportamiento "fluirá" de forma coherente desde esta razón última.


sábado, 8 de mayo de 2010

Jodein con la Guerra Fría

He estado escuchando una conferencia de Stanford sobre la guerra fría. Y la verdad es que me ha hecho caer en varias cosas aterradoras y desconocidas para mí. Ahí va mi mezcla de aprendizaje y pensamientos a raíz de esta conferencia (pelín deprimentes, pero bueno):

1.- El potencial destructivo de cada bomba: las bombas de Hiroshima y Nagashaki, que nos parecen tremendas, fueron de unos pocos kilotones (vamos, cada una fue el equivalente a unas 15.000 ó 20.000 toneladas de TNT). Pues bien, en los años 60 cada arma nuclear tenía un potencial de megatones... es decir, que cada una tenía un potencial de destrucción miles de veces superior al de las bombas japonesas

2.- El número de bombas: llegó un momento en el que el problema no era la producción de más bombas, sino decidir qué hacer con ellas, dónde "apuntar" cada una, de la gran cantidad que se había fabricado. De hecho, había equipos de cerebritos currando como locos por encontrar objetivos. Por supuesto, cualquier ciudad de más de 100.000 habitantes sería inmediatamente borrada del mapa en caso de apretar el botoncito.

3.- La agobiante "estrategia de turnos": se pasó de "la guerra" al "botoncito". La épica de las batallas, las estrategias a largo plazo, la planificación de desembarcos... todo eso desapareció de la jerga militar. Ahora se trataba de saber quién golpearía primero. Un único golpe, simultáneo y devastador. Como es obvio, nadie quería golpear. Pero, eso sí, en caso de golpear, tenías que ser el primero (para tener la opción, en primer lugar, de destruir los silos de misiles del oponente). Pero cualquier movimiento que diese pie al oponente a pensar que tú querías mover primero se podía interpretar como que realmente ibas a mover primero... por lo que el enemigo se daba prisa por poder mover primero. Esta agotadora carrera del "yo primer, yo primer", se podía alargar hasta el infinito (qué agotadora partida de ajedrez); o simplemente, hasta el momento en el que un dirigente de USA o la URSS no soportase más la tensión nerviosa. Lo que me lleva al siguiente punto

4.- El mundo en manos de una persona: me río de Felipe II, de Luis XIV, de Napoleón, Hitler y sus similares (no por su destrucción real, sino por su capacidad de destruccón). El presidente de USA iba todo el día con un tío al lado, con un maletín, en el que era suficiente con introducir los códigos nucleares para que ZAS, todo saltase por los aires. No quiero ni pensar cómo sería esto en la URSS, donde el régimen era mucho más dictatorial. Basta con ver la película de "13 días" para darse cuenta de esta tremenda responsabilidad en la crisis de los misiles de Cuba. Menuda rayada debe ser eso de saber que, en cualquier momento, está en tus manos armar la gorda, ¿no?

5.- Europa, el continente más inseguro: durante unas cuantas décadas, Europa ha sido el continente más plagado de armamento nuclear. Con tensiones directas entre USA y URSS. Ahora estamos tan tranquilos, pero hace nada esto era una olla a presión.

6.- Ahora, el honor de lugar más inseguro recae en el subcontinente indio. Si Ghandi levantara la cabeza y descubriese que la mayor tensión nuclear del planeta de da entre la India y Pakistan, la división del país que él quiso crear en base a la paz y la concordia... Por cierto, que desde mi punto de vista, esta es una razón crítica de la relevancia geopolítica que tienen Irak e Irán. No sólo por el petróleo, sino por estar cerca de este conflicto. Más, teniendo en cuenta que Rusia y China tienen acceso inmediato, desde un punto de vista estratégico, es lógico que Occidente quiera tener también su "cuota de control" en el conflicto. Ojo, no lo estoy justificando, sólo estoy comentándolo.

Ale, disfruten ustedes de su existencia... mientras el armamento nuclear nos lo permita :p.