martes, 13 de abril de 2010

Noticias y realidades

He estado viendo en iTunes University un curso de Stanford en torno a los conflictos actuales. En concreto, he visto la conferencia que trataba sobre la guerra actual en el Congo. Y me he quedado alucinado por varias cosas.

El Congo es un país bestialmente grande (los que ya lo sabéis, perdonadme por asombrarme ante cosas más propias de EGB)... pero caramba, es que es como cuatro veces y media España en superficie. Tiene cerca de 70 millones de habitantes (toma).

Este país ha tenido siempre la desgracia de tener abundancia de recursos naturales primarios de mucho valor y necesidad de trabajo humano intensivo para su extracción. Esto se tradujo en que, primero, el rey belga les trató como perros (este país era propiedad del rey belga, ojo, no del país de Bélgica, que son dos cosas diferentes).

Luego, se independizaron, pero para el caso, les dio lo mismo. Surgieron los ricachones locales que fueron casi peores que los colonizadores belgas.

Ahora, la "desgracia" se centra en el noreste del país. Una zona en la que hay Coltán: un mineral que contiene Tántalo y Neodimio (a quienes aprovecho para presentarte en estos momentos). Estos elementos tienen muchísimo uso en aparatos electrónicos (¿el PC que miras ahora? ¿El móvil que acabas de consultar? Tienen coltán). Se extrae en minas a cielo abierto en régimen de práctica esclavitud. Las guerrillas locales tienen instaurado un régimen de terror y ahora la guerra civil se ha expandido a esa zona.

Una guerra civil que lleva 5,5 millones de muertos a sus espaldas. Por lo que parece, la guerra más sangrienta desde de la II Guerra Mundial. Y en la que se comten abominaciones impresionantes. La violencia sexual es bestial, y el SIDA corre como la pólvora. Los guerrilleros se comen a los pigmeos, porque los consideran infrahumanos y creen que comérselos da poderes mágicos... vamos, que con eso os digo todo.

¿Lo más curioso? Que el conflicto de Darfur tiene mucho más ruido y parece mucho más sangriengo que el de El Congo (Darfur cae en el oeste de Sudán, un país con muchísima importancia como productor de petróleo). Una guerra, la de Darfur, en la que van 300.000 muertos; muchísimos, vale, pero nada en comparación con lo que va en el Congo. ¿La diferencia? La información que nos dan los medios de comunicación. Y que en El Congo nos interesa controlar la situación, porque tenemos que tener nuestras inversiones en plantas de extracción petrolíferas a buen recaudo. Y en El Congo, al fin y al cabo, nos importa un rábano, porque son ellos los que se esclavizan y se las apañan para entregarnos el coltán en las fronteras. ¿Conciencia colectiva, o interés empresarial? Mucho me temo que las noticias que nos dan se mueven más por el segundo motivo que por el primero.

P.D. No he terminado de ver la "clase" (son dos horas, y me parece un poco fuerte así, del tirón). Cuando la acabe, si encuentro más cosas interesantes, prometo colgar la segunda parte de este post.


1 comentario:

Alis Daniela Torres dijo...

Me ha impresionado este post, aveces uno pasa de noticias que prefiere no oir o ver.. Pero bueno, puedo opinar sobre el tema del Coltan pues recae indirectamente en mi cadena de actividades laborales. La industria TIC ha identificado este problema y a través de un Grupo de Trabajo se promueve que las empresas hagan un control sostenible de su cadena de suministro... todavía hya muchos retos por cumplir..